Red Eléctrica (REE) reclama nuevas inversiones en interconexiones eléctricas con Francia para cumplir con los objetivos de la Unión Europea de tener un ratio de intercambio energético del 10% de la capacidad del país.

España cuenta actualmente con cinco enlaces eléctricos con Francia que suman un total de 2.800 megavatios de potencia y suponen el 2,8% del total de la capacidad energética del país (100.000 megavatios).

El objetivo de estas conexiones es facilitar el intercambio de energía entre países vecinos para contribuir a la seguridad y continuidad del suministro, así como minimizar el coste de la factura de la luz. Así, tras la puesta en funcionamiento del enlace entre Santa Llogaia (Gerona) y Baixàs (Rosellón) en 2015, el sistema eléctrico español se ha ahorrado 528 millones de euros.

En la planificación 2015-2020 de REE se incluye un enlace submarino de 2.000 megavatios por el Golfo de Vizcaya para el año 2025. Una instalación que supondrá una inversión total para Red Eléctrica y su homólogo francés RTE de 1.750 millones de euros y que ha contado con una subvención de 578 millones de la Unión Europea. REE realizará una inversión de alrededor de 700 millones de euros.

Sin embargo, para la compañía esta conexión "no será suficiente" para cumplir los objetivos establecidos por Europa que propone alcanzar el 10% de la capacidad energética del país en el año 2020 y del 15% en 2030. Cuando entre en funcionamiento el tubo del Golfo de Vizcaya, las interconexiones sumarán hasta 5.000 megavatios, el 5% de la capacidad actual de España.

Además, según un grupo de expertos de la Comisión Europea sobre los objetivos de las interconexiones, el valor mínimo de capacidad de intercambio entre dos países se logrará cuando se cumplan tres factores: igualar o superar el 30% de la potencia intalada de renovables y de la punta de consumo, así como una diferencia de precios entre ambos países inferior a los 2 euros el megavatio-hora.

En el primer semestre de 2019, la diferencia de precios entre España y Francia fue de 11,58 euros megavatio-hora, esto es, un 30% menos que antes de la construcción de la interconexión entre Santa Llogaia (Gerona) y Baixàs (Rosellón). Por ello, la empresa pública reclama inversiones para alcanzar, al menos, los 8.000 megavatios con la instalación de dos nuevas interconexiones "en la zona central de los Pirineos".

De forma que se alcanzaría el 8% de capacidad, aunque no el 10% que propone la UE. No obstante, para Red Eléctrica, este porcentaje es "el mínimo para conseguir los objetivos establecidos en el PNIEC" de integración renovable, según explicó el director de Operación de REE, Tomás Domínguez, a los medios de comunicación durante una visita a la estación conversora de Santa Llogaia (Gerona).

Según el experto, la capacidad de interconexión de los países permite una mejor integración de las energías renovables debido a los diferentes patrones climáticos de cada uno, así como por el distinto ámbito geográfico. De hecho, España es importadora entre los meses de marzo a noviembre por el aumento de la demanda y la menor producción de las renovables, mientras que en los meses de invierno es exportadora. "La previsión a 2030, en la medida en que haya más fotovoltaica en el sistema, este efecto verano desaparecerá", agregó Domínguez. En el cómputo anual, España es eminentemente importadora.