El procedimiento para elegir al nuevo presidente del Eurogrupo, que sustituirá a partir de enero al holandés Jeroen Dijsselbloem, ha entrado esta semana en la recta final. Los aspirantes tienen hasta finales de este mes para informar al Consejo Europeo de la presentación de su candidatura. De momento, no hay ningún claro favorito entre la lista de nombres que más suenan: el eslovaco Peter Kazimir, el luxemburgués Pierre Gramegna, el portugués Mario Centeno, el francés Bruno Le Maire y la letona Dana Reizniece-Ozola.

«Todos tienen pros y contra. Todo está bastante en el aire», asegura uno de los funcionarios habituales en el Eurogrupo. Lo único claro es el procedimiento y que tendrá que salir de entre los 19 ministros de Economía de la eurozona por medio de un sistema de votación simple: un país, un voto. Es decir, quien logre al menos 10 votos, se hará con el cargo.

Los interesados tienen hasta el 30 de noviembre al mediodía para formalizar su candidatura por medio de una carta de motivación que deberán enviar por correo electrónico. El 1 de diciembre, Dijsselbloem (que abandona el puesto al perder su condición de ministro y que venció en el 2015 al español Luis de Guindos) hará público el nombre de los aspirantes que competirán en la votación del 4 de diciembre.

QUINIELAS / El potencial aspirante que posiblemente menos rechazo ha suscitado hasta ahora es Gramegna, quien ha mostrado su disponibilidad si su nombre genera el consenso suficiente entre sus homólogos. A su favor tiene que es liberal, familia política cada vez más presente en gobiernos europeos, que procede de un país pequeño y que su nombre suscita simpatías en el norte y no desagrada en el sur. Darle este importante puesto significaría, sin embargo, conceder un poder y una visibilidad desproporcionada al gran ducado, que ya ocupa la presidencia de la Comisión mediante Jean-Claude Juncker.

De ahí que haya socios del euro que auguren muchas posibilidades a Le Maire si el presidente francés, Emmanuel Macron, decide apostar por el cargo. En su contra tiene, con todo, el hecho de que el comisario de Asuntos Económicos, aunque socialista, también es de nacionalidad francesa. En la pelea suena asimismo el eslovaco Kazimir, muy del gusto de los halcones de la eurozona aunque es socialista, pero excesivamente hablador para el sur.

El socialista portugués Centeno tampoco ha hecho ascos aunque Portugal decidirá «en el momento oportuno» si presenta su nombre. Y no se descarta que pueda dar la sorpresa la letona Reizniece-Ozola, campeona de ajedrez, integrante de un Gobierno de coalición liderado por los ecologistas y la única mujer que suena para el puesto.