El ministro de Energía, Álvaro Nadal, ha estimado este miércoles que la factura anual de la luz para un consumidor medio ascenderá este año a 835 millones de euros, un 10% y 76 euros más que el recibo anual del 2016 (759 euros). El propio ministro estimó en enero que el incremento sería de 100 euros. Respecto a los 851 euros del 2015, el cálculo que ha hecho ahora supone una bajada de 16 euros y un 1,8%.

Durante su comparecencia ante la Comisión de Energía del Congreso, Nadal ha achacado este incremento a la menor cantidad de agua en los pantanos que ha provocado la sequía y a la caída del viento, que han reducido la generación hidroeléctrica y eólica, dos de las tecnologías más baratas. También al encarecimiento del petróleo provocado por la reducción de la oferta acordada por los países productores.

Entre enero y octubre, el recibo pagado por ese consumidor medio (con una potencia contratada de 4,4 kilovatios y un consumo anual de 3.900 kilovatios hora) ascendió a 688 euros, 74 euros y un 12% más que un año antes. En el caso de la factura del gas, el consumidor medio sin calefacción ha abonado 255 euros, ocho euros y un 4,5% más que en los diez primeros meses del 2015.

Estructuralmente más caros

El ministro ha destacado que los precios mayoristas medios de la electricidad se situaron en 59 euros por megavatio-hora en noviembre, frente a los 56 euros del 2016, los 51 del 2015, los 47 del 2014 y los 42 del 2013. Este nivel de precios es similar al de Italia y el Reino Unido, pero superior al del centro y, sobre todo, el norte de Europa porque en estas zonas tienen mayor acceso al gas ruso y al agua.

Esta situación, ha advertido, "solo cambiará cuando haya suficientes interconexiones" eléctricas en la Unión Europea. Por ello, ha explicado, el Gobierno está priorizando en las negociaciones con el resto de países el incremento de estas interconexiones, además de congelar desde hace años la parte regulada del recibo y de tomar medidas para tratar de frenar el incremento del precio del gas en invierno.