El PSOE ultima una propuesta legislativa para combatir la brecha salarial entre hombres y mujeres, un problema que Mariano Rajoy consideró la semana pasada que no convenía abordar. Los socialistas, que registrarán su iniciativa en el Congreso de los Diputados antes de principios de marzo, quieren introducir sanciones a las empresas que no combatan este tipo de desigualdad. Su modelo es Islandia, que desde este año cuenta con una norma que obliga a las compañías de más de 25 trabajadores a obtener, si quieren evitar las multas, un certificado del Gobierno sobre sus políticas de paridad en los sueldos.

«El feminismo avanza. Se acaba el tiempo en que las democracias pueden pensar que este es un asunto menor. No vamos a hacer simplemente una recomendación», dijo ayer la secretaria de Igualdad del PSOE, Carmen Calvo. Los socialistas presentarán dos propuestas, una sobre la brecha salarial en sí misma y otra destinada a desterrar las desigualdades de las mujeres a lo largo de su trayectoria laboral, y esperan contar con un respaldo parlamentario suficiente para aprobarlas.

Junto a las sanciones para empresas que no velen por la igualdad salarial, el PSOE también planteará aumentar la participación de la mujer en los consejos de administración de las empresas a través de un sistema de cuotas todavía por detallar, mejorar la inspección de trabajo y crear un modelo de auditorías para empresas de más de 50 empleados.

«Cuando el machismo lo invade todo, sin leyes no se resuelve nada», señaló Calvo. A su juicio, la desigualdad laboral nunca se solucionará si se deja al arbitrio empresarial, una receta defendida por Rajoy.