La rebaja adicional de los tipos de interés que prepara el Banco Central Europeo (BCE) para afrontar la desaceleración económica traerá consecuencias. Las entidades financieras españolas ya cobran por los depósitos de otros bancos y de empresas, sobre todo fondos de inversión, gestoras y aseguradoras, pero van a extender esta penalización a otro tipo de compañías grandes y medianas. A los ahorradores particulares y pymes no les va a tocar de momento por miedo a perderlos como clientes, por más que algunos bancos confiesan en privado que querrían hacerlo, pero la escasa remuneración que les ofrecen se va a ver aún más reducida.

El BCE comenzó a cobrar a los bancos en junio del 2014 por guardarles el dinero. Al principio fue solo un 0,1%, pero desde marzo del 2016 es el 0,4%, lo que supone un coste anual para el sector de más de 7.000 millones de euros. El mercado prevé que en septiembre lo sitúe en el 0,5%. En consecuencia, según un reciente informe de la autoridad monetaria, en torno al 5% de los depósitos totales de la zona euro y al 20% de los empresariales tenían intereses negativos al cierre del 2018.

Pero hay grandes diferencias. En Alemania son el 15% y el 50%, respectivamente, mientras que en países que sufrieron la crisis de la deuda pública como España el porcentaje es más bajo que la media debido al temor de los bancos a la fuga de depósitos tras los problemas de financiación que sufrieron.

MARGEN / La nueva vuelta de tuerca del banco central va a cambiar esa situación, como han admitido las últimas dos semanas las grandes entidades. Aunque ya han ido rebajando la remuneración en los últimos años, aún tienen cierto margen. Según el Banco de España, el sector pagó de media el 0,05% a los hogares y el 0,47% a las empresas por las nuevas imposiciones a plazo de mayo, pero la remuneración del saldo total está en el 0,11% y el 0,78%, respectivamente. A medida que vayan venciendo los depósitos antiguos serán sustituidos por otros con intereses más bajos. Las cuentas corrientes remuneradas ya están en el 0,04% para las familias y el 0,09% para las empresas y corporaciones.

Los consejeros delegados de Santander, Caixabank, Sabadell y Bankinter han confirmado que se plantean empezar a cobrar a más empresas. No por sus cuentas operativas, con las que realizan su actividad ordinaria y que generan cobro de comisiones, sino por los excesos de tesorería que tienen aparcados en los bancos y que no son rentables para estos. «Ya hace tiempo que hemos dejado de remunerar el pasivo y estamos cobrando a empresas por los depósitos que no tienen movimiento. Va a ir a más. No habrá un patrón de actuación que no sea analizar caso a caso, pero se trata de una práctica que tiende a extenderse en el sector», apuntan en un banco.

RETIRAR DINERO / Cobrar a los ahorradores son palabras mayores. Los analistas de Bankinter sugirieron recientemente que la «lógica de los acontecimientos» podría llevar a ello y el número dos del Sabadell no lo descartó, aunque lo juzgó «muy difícil».

Otros banqueros, en cambio, lo dan por imposible, aunque admiten que reducirán al mínimo la remuneración que les ofrecen. Como expone el informe del BCE, las familias tienen una facilidad mayor para retirar su dinero sobrante y guardarlo en metálico, algo que no pueden hacer las empresas.

Los datos del Banco de España demuestran que el saldo de depósitos no baja: en junio creció el 5,7% en los hogares, hasta los 844.544 millones de euros, y el 3,9% en las compañías, hasta los 259.419 millones. La mala situación de los mercados y la incertidumbre económica mundial no invita a invertir y aconseja guardar el dinero en los bancos.

Pero si se penaliza a los hogares, podrían retirar su dinero o podría iniciarse una guerra por los clientes entre las entidades financieras que les impongan tipos negativos y las que no lo hagan. Eso sí, como apuntó el consejero delegado de Caixabank, los clientes particulares no van a ser rentables solo con los depósitos.