El Ministerio alemán de Transporte confirmó ayer que ha abierto una investigación por la posible presencia de un nuevo sistema para defraudar en la medición de las emisiones de gases contaminantes de un modelo de los Audi A6 y A7. Según el semanario Der Spiegel, que avanzó la información, se trata de un nuevo «software», distinto al que ya se había descubierto en diferentes modelos diésel del grupo Volkswagen -al que pertenece Audi- dentro del escándalo de la manipulación de emisiones que se destapó en el 2015.

El fabricante alemán de vehículos de la gama alta Audi confirmó ayer la existencia de estas irregularidades en el software de control del motor turbodiésel inyección instalado en unos 60.000 vehículos A6 y A7 en todo el mundo, excepto en Estados Unidos, y del que ha interrumpido la comercialización.

Audi explicó que ha informado a la Oficina Federal de Transporte Automovilístico (KBA por sus siglas en alemán) y a las autoridades de homologación de Luxemburgo de estas irregularidades, que detallará en la próxima reunión con las autoridades de matriculación. «Informamos regularmente a la Oficina de Transporte Automovilístico sobre los resultados de nuestro programa de prueba de motores», dijo el presidente de Audi, Rupert Stadler.