El plan franco-alemán de presupuesto para la eurozona ha llegado para quedarse en los debates del Eurogrupo pero a tenor de la primera valoración le costará despegar debido a las dudas que genera entre algunos países. «Los ministros dieron la bienvenida a la presentación de Francia y Alemania. Pero se necesitará trabajar más en el diseño sobre los instrumentos de competitividad y crecimiento y su articulación con el presupuesto y el marco financiero plurianual», admitió el presidente del Eurogrupo, Màrio Centeno, tras una reunión extraordinaria del Eurogrupo convocada para dar un empujón a las reformas de la zona euro que deben aprobarse en diciembre. La idea de crear una línea presupuestaria para los países del euro, con el horizonte del 2021, ya fue lanzada por Francia y Alemania en el marco de la declaración de Meseberg de junio pasado. Ahora el eje París-Berlín propone da un paso más con un nuevo marco que impulse la «competitividad, convergencia y estabilidad» e incentive la implementación de reformas «en particular cofinanciando el gasto público que mejora el crecimiento como las inversiones, la investigación y el desarrollo y el capital humano», señala la aportación. «Hace un año ni siquiera podíamos usar ese nombre y ahora hay una propuesta. Esto es un avance importante», ha defendido el ministro francés de finanzas, Bruno Le Maire junto a su colega alemán Olof Scholz. En opinión de París, la falta de convergencia entre las economías de la Eurozona no es sostenible a largo plazo dentro de una unión monetaria y las reformas nacionales no son suficientes en sí mismas. «Necesitamos solidaridad basada en un presupuesto común», defendió. «Esto nos ayudará a apoyar la convergencia de la Eurozona», añadió el alemán. Según su plan, el presupuesto de la Eurozona -todavía sin cuantificar aunque se habla de entre 25.000 y 50.000 millones- será parte del presupuesto de la UE para garantizar la coherencia con el resto de políticas, se financiará a través de impuestos como la tasa a las transacciones financieras -que solo apoyan 10 de los 19 países de la Eurozona-serán los países del euro los que propongan los planes en los que invertir y la Comisión Europea la encargada de aprobarlos. Sin embargo, solo podrán recibir dinero los países que cumplan con «sus obligaciones bajo el marco de coordinación de política económica europea, incluidas las reglas fiscales». Dicho de otro modo, aquellos que vulneren las reglas fiscales podrían no ver ni un euro. Una música que suena mejor a oídos de países como Holanda, pero que no basta. Y es que, simplemente, «la necesidad de este presupuesto es menos convincente» y «no está claro cómo ayudará y por qué va en interés de los ciudadanos holandeses», zanjó el holandés, Wokpke Hoekstra. Para España, en cambio, es una aportación positiva que debería integrar además un seguro común de paro. «No ha habido unanimidad pero ha habido una acogida bastante favorable», dijo la ministra Nadia Calviño.