El juez de Instrucción de la Audiencia Nacional, José de la Mata, ha ordenado la apertura de juicio oral contra el ex presidente y 18 exconsejeros y antiguos miembros de la cúpula directiva de Pescanova, a los que acusa de varios delitos, entre ellos estafa, blanqueo de capitales, alzamiento de bienes, falsedad documental y falseamiento contable. Piden para ellos penas que suman 164 años de cárcel.

En su auto, firmado el pasado 11 de junio y hecho público esta madrugada de ayer, De la Mata reclama también una fianza de 348 millones de euros a la compañía -diferenciada de Nueva Pescanova, la sociedad creada para reflotar el grupo-, para afrontar las sanciones e indemnizaciones que pudieran corresponderle en caso de una sentencia desfavorable.

También le reclama otras fianzas por más de 602,9 millones, conjunta o subsidiariamente con otros acusados, para afrontar la responsabilidad civil derivada de la presunta comisión de los citados delitos. En total son más de 950 millones de euros.

La instrucción de la Audiencia Nacional considera que existen suficientes indicios de que Manuel Fernández de Sousa y sus directivos arrastraron a la empresa a la ruina y que engañaron a socios, bancos, proveedores, acreedores, accionistas y trabajadores, haciéndoles creer que sus cuentas estaban saneadas cuando en realidad ocultaban serios problemas.

El balance del 2012, en plena crisis económica, presentaba beneficios de 36,6 millones, cuando en realidad entre ese ejercicio y el 2011 la firma había perdido más de 1.000 millones. Bajo la presidencia de Fernández de Sousa, hijo de uno de los dos empresarios que la fundaron a mediados del siglo pasado, y para el que el juez pide 31 años de prisión, Pescanova llegó a ser la mayor empresa pesquera de Europa.

Preconcurso

En abril del 2013 se declaró el preconcurso de acreedores, situación en la que terminaría incurriendo a las pocas semanas y de la que no saldría hasta un año después, tras la entrada en su capital de un grupo de inversores encabezado por Damm.

Hace tres años, acudió a una ampliación de capital que creó una nueva sociedad, Nueva Pescanova, cuyos principales accionistas son un consorcio de bancos liderados por Caixabank, el Sabadell y el Santander, y en la que Pescanova SA mantiene alrededor de un 20% de las participaciones.

Pescanova SA envió ayer una comunicación de hecho relevante a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en la que anuncia que recurrirá el auto de De la Mata. Según la compañía, las fianzas impuestas por el juez "podrían provocar una situación de insolvencia temporal" a la firma, "con gravísimo e injustificado perjuicio" de sus 9.000 accionistas, "quienes perderían de esta manera todo el patrimonio invertido".

Junto a los 31 años de cárcel a los que podría enfrentarse De Sousa, destacan las peticiones de penas para otros encausados, como su hijo, Pablo Fernández Andrade (12 años); su socio y ex consejero delegado, Alfonso Paz Andrade (12 años), su hermano, Fernando Fernández de Sousa ( 10 años), y su esposa, Rosario Andrade (6 años).