El año 2019 se estrena con subidas de las pensiones. El Gobierno de Pedro Sánchez no ha querido confiar la subida de las pensiones a una incierta tramitación del proyecto de Presupuestos del Estado que prevé presentar la última semana de enero o la primera de febrero. Antes que eso, y por decreto ley, en su última reunión del año el Consejo de Ministros del 28 de diciembre aprobó una subida general de las pensiones del 1,6% a partir del 1 de enero; un incremento del 3% para las pensiones mínimas y no contributivas; y una paguilla adicional equivalente a una décima de la pensión para compensar la desviación de la inflación media del 2018 (1,7%) por encima del incremento de las prestaciones del año pasado (1,6%).

De este modo, la pensión mínima por jubilación para una persona de 65 años con cónyuge a cargo pasará de los 810,60 euros del 2018 a 835,80 euros a partir de enero, lo que implica una subida de unos 25 euros al mes.

Para el caso de una viuda de 65 años, la pensión mínima pasa de 656,90 a 677,40 euros (20,5 euros más) gracias al aumento de la base reguladora de esta prestación hasta el 60%.

Más ejemplos: la prestación del SOVI por vejez, invalidez y viudedad sube 13,2 euros, hasta 433,70 euros mientras que la pensión máxima gana 44,45 euros, hasta los 2.659,41 euros (el 1,6% de aumento más la décima adicional por la desviación de la inflación del 2018).

Cambios en los impuestos

En el lado de los impuestos, la anunciada subida del diésel en casi 4 céntimos por litro por un aumento del impuesto especial sobre carburantes aun no ha visto la luz. El Gobierno parece seguir adelante con este propósito pero aún no ha aclarado cómo pretende abordar la subida de impuesto: si en el proyecto de ley de Presupuestos del Estado, si en el proyecto de Ley de Transición Ecológica, si mediante un decreto ley o si aprovechará algún otro vehículo normativo.

También están en la cola los anteproyectos de ley para la creación de sendas tasas sobre servicios digitales (tasa Google) y sobre transacciones financieras (tasa Tobin). El Gobierno prevé recaudar más de 2.000 millones con estos dos tributos en e 2019 a cargo de las grandes empresas digitales y del sector financiero y cabe la duda de si eso se traducirá en un encarecimiento de los servicios para el consumidor.

En el lado tributario, la subida de las cotizaciones sociales de los autónomos también restará dinero del bolsillo, si bien la mejora de las prestaciones sociales para estos trabajadores puede ayudar a rellenar otros en dificultades.

Con carácter general, la nómina mensual de muchos trabajadores se verá premiada a partir de enero gracias a que las retenciones a cuenta del IRPF que practican las empresas empezarán a recoger la rebaja fiscal que introdujo el Gobierno del PP en los Presupuestos del 2018 y que no habían sido trasladadas al reglamento del impuesto. El pasado 21 de diciembre el Gobierno aprobó estos cambios en el reglamento del impuesto y su efecto se notará en un ligero aumento de las nóminas de los trabajadores con rentas inferiores a 18.000 euros al año y de las personas con derecho a deducciones por maternidad, familia numerosa o familiar con discapacidad.

Hipotecas más caras

También cabe esperar un encarecimiento de las hipotecas, a través del tipo de interés o de las comisiones, como consecuencia del decreto ley que obliga a las entidades financieras a hacerse cargo del impuesto sobre actos jurídicos documentados (IAJD). También se espera una presión al alza de los costes hipotecarios como consecuencia de las nuevas reglas de juego descritas en el proyecto de ley hipotecaria, que ha incorporado medidas a favor de consumidor.