Si las máquinas de autopago gustan a los comerciantes pero no a los trabajadores, donde parece haber comunión es en los terminales que devuelven el cambio. Este tipo de máquinas, que proliferan en todo tipo de tiendas, cuentan con numerosas ventajas para ambos colectivos.

Farmacias, panaderías, estancos, charcuterías, cafés... Cada vez es más común que sea una máquina la que cobre y devuelva el cambio. Al principio, la sensación es algo fría, pero una vez el cliente se ha acostumbrado, el acto de pago es incluso más rápido.

"Desde el punto de vista del trabajador, para nosotros son un gran avance", señala Gloria Sánchez, secretaria del sector del Comercio de UGT de Catalunya. Estas máquinas, primero evitan que sea el trabajador el que tenga que calcular el cambio y, por tanto, que pueda haber errores (algo que también puede beneficiar al cliente). "Son menos problemas, pero sobre todo, es importante porque al final del día evita que se tenga que hacer caja, que el empleado tenga que contar las monedas. Se agiliza el trabajo", destaca Sánchez.

Para el comerciante también tienen una gran ventaja: son mucho más seguras que las cajas tradicionales. "Evita el problema de los atracos. No es lo mismo abrir una caja tradicional que estas máquinas automáticas, estas son mucho más difíciles de manipular", agrega Sánchez.

Para el empresario, pues, aunque tenga que hacer una inversión inicial, se trata de un artículo que presenta ventajas. "Los clientes al principio lo ven raro, pero se acostumbran y no hay problemas en que sea una máquina la que les dé el cambio", completa. Estas máquinas no solo están presentes en las pequeñas tiendas, sino también en grandes: en algunos Leroy Merlin, por ejemplo, se ha adoptado este modelo; es un empleado el que escanea los artículos y luego el cliente pasa a realizar al pago a una máquina.

OTRO TIPO DE MÁQUINAS

Otro tipo de cajas que ayudan a los empleados en sus funciones son las que cuentan con lectores de RFID (las etiquetas también deben ser adaptadas). "En este tipo de comercios solo hay que dejar los productos en una zona y automáticamente se cargan", agrega.

Cristina Magdalena, directora de Transformación Digital de Fujitsu, avanza que otra de las tendencias es instalar terminales de autopago "no solo en la línea de caja, sino por toda la superficie del comercio". La firma tiene soluciones como Fujitsu Impulse, de pequeño tamaño pero gran pantalla que además puede ofrecer promociones a los clientes "según su perfil o estado de ánimo en ese momento", agrega. "No veo una compra en cajas de autopago totalmente desasistido", opina.

Más allá, está el modelo de Amazon Go: los clientes no tienen ni que pasar por caja ya que la firma detecta los productos cogidos gracias a cámaras e inteligencia artificial y carga el importe en su cuenta.