El cambio económico actual se está plasmando en la transformación rápida de la forma de vender y producir productos. Las empresas adaptan a toda velocidad sus estructuras para adaptarse a esos cambios. La cadena de moda Mango informó ayer de que sus ventas en internet crecen a un ritmo más alto de lo previsto, en concreto un 30% con respecto al 2017. Sus equipos de diseño de estrategia han replanteado los objetivos y prevén ya que el canal on line canalice el 30% de la ventas totales a finales del próximo año.

Dos años antes de lo previsto, las ventas hechas en la web de Mango han alcanzado el 20% del total y este año se espera que rebasen el 25%.

Las compras realizadas a través de dispositivos móviles han vuelto a superar a las realizadas desde ordenadores y ya suponen el 59% del total, siete puntos más que en el 2017. La web de la cadena de moda recibió más de 550 millones de visitas en el 2018, un 22% más. El 73% de esas visitas se hicieron desde dispositivos móviles.

Elena Carasso, directora del canal on line de Mango, resaltó que en el 2018 la firma «creció en ventas en internet el doble que en el 2017 y rebajó en dos años los objetivos de expansión del canal de venta».

Mango vende on line en más de 80 países. Ofrece envíos a domicilio al día siguiente en las principales ciudades europeas, así como en todas las provincias de España. Además, dispone de diferentes opciones de entrega, como la recogida en tiendas Mango o la entrega a domicilio, en la mayoría de países relevantes. Todos estos servicios forman parte de la apuesta de transformación que están desarrollando la mayoría de cadenas de moda en el mundo, con Inditex a la cabeza (aunque el peso del canal on line de líder mundial está en torno al 12%).

Programa de fidelización

Ante la imposibilidad de expandir el seguimiento por radiofrecuencia de todas las prendas como Inditex, la estrategia de Mango se centra en estrechar los lazos con los clientes mediante el análisis sofisticado del uso de los terminales móviles de los clientes fieles. Para ello, invertirá en torno a 10 millones de euros en programas de fidelización, promociones dirigidas y desarrollo tecnológico. Aspira a conocer mejor a sus clientes y sus hábitos de compra.

Paralelamente se vuelca en el menor número de colecciones al año y un posicionamiento comercial más cuidado, para evitar erosionar los márgenes más de lo debido y coordinar las capacidades de la web con la oferta en las tiendas.