La resignación se podía palpar hoy en el aeropuerto de Palma, donde miles de pasajeros de los vuelos del turoperador Thomas Cook se encontraron desde primera hora de la mañana con que no sabían si esa noche dormirían o no en sus casas.

"Teníamos el vuelo a las 10.40 y no sabemos cuándo podremos volver, porque en la web de Thomas Cook ponía que nuestro vuelo saldría a las 19.40 y al llegar aquí no aparece en la pantalla", señala Amanda Gerrie al 'Diario de Mallorca'. Amada vino a pasar las vacaciones a Mallorca junto a su hija Amber.

"Solo podemos esperar y mirar la pantalla constantemente", añade, ya que al parecer era el único medio fiable para conocer el estado de su vuelo, o vuelos, pues la mayoría se vieron obligados a, tras más de 10 horas de espera en Son Sant Joan, realizar transbordo, un gran número de personas tuvo que volar hacia Mánchester y de ahí coger otro avión hacia Newcastle.

Los turistas descansan donde pueden, en las sillas, las butacas y sobre todo en suelo, donde especialmente los jóvenes y niños pasan las horas. Este es el caso de Zara Hepplewhite, quien contesta apoyada en la pared mientras acuna a su bebé sentada en el suelo. "Me encuentro en una situación terrible, porque cuando ves que no hay nada que tú puedas hacer es realmente frustrante" explica, a la vez que asegura que quería poner una reclamación, aunque confiesa: "Ni siquiera sé dónde tengo que hacerlo"

Zara está realmente preocupada por la salud de su hija, puesto que es alérgica a la leche y no tiene más que un biberón con el que alimentarla, ya que nadie se hizo responsable de entregar a los afectados vales para poder comer y beber. "Yo puedo comerme cualquier cosa en un bar" relata, "pero para mi hija necesito alimentación especial que no sé cuándo podré darle".

Steven Hilton y la familia Forster se quejan de lo mismo: "No nos han dado de comer, ni de beber, pero no podemos hacer nada, Thomas Cook ya no existe, quién nos va a dar algo?", se lamenta. De igual manera se pronuncian Mary Hutchinson y sus amigas, que realmente disgustadas señalan que tras innumerables horas de espera no les habían dado "ni una botella de agua". Y algo también realmente incómodo: "Tenemos que hacer turnos para ir al baño para no perdernos la información de las pantallas".

Mary Hutchinson y sus dos amigas señalan que lo peor había sido que nadie les hubiese informado de nada, por lo que aseguraron tener que turnarse para ir al baño porque el estado de los vuelos cambia constantemente en las pantallas y no queremos perder nuestro vuelo. Se quejaron, además, de llevar horas en el aeropuerto y que nadie nos haya dado ni una botella de agua.