Las responsabilidades familiares es algo que hoy en día sigue recayendo eminentemente en las mujeres. En pleno debate sobre los planes de igualdad en las empresas, la extensión de los permisos de paternidad o la brecha salarial, los datos constatan que son ellas las que acaban anteponiendo su vida familiar a la laboral. Según el Módulo sobre conciliación entre la vida laboral y la familiar del 2018 publicado este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el 69,7% de los 1.276.100 trabajadores que han interrumpido su carrera o rebajado su jornada durante al menos un mes seguido para cuidar de un hijo son mujeres.

No solo ellas tienden a sacrificar su carrera laboral, al menos temporalmente, a favor de los hijos, sino que también lo hacen durante más tiempo. Mientras el 86,9% de los hombres interrumpen su carrera profesional para cuidar de sus hijos como máximo seis meses, una de cada dos mujeres para durante más de seis meses. Y una de cada diez lo hace durante más de cinco años. Una desproporción que se reproduce con mayor intensidad en el caso de tener que cuidar de una persona mayor dependiente; pues el 70% de las personas que abandonan su puesto son mujeres.

Las medidas de flexibilidad horaria para adaptar la jornada a las necesidades vitales de cada trabajador es un tema pendiente de desarrollar en el mercado laboral español y con diferencias sonadas según el sector. El 49,5% de los ocupados españoles afirma que les es imposible o prácticamente imposible cambiar, ya sea al inicio o al final, sus horarios para hacerse cargo de alguno de sus seres queridos.

Quiénes lo tienen peor son los operarios de instalaciones o maquinaria (solo el 31,5% tiene dicha posibilidad) o los trabajadores del sector primario, como los agricultores, pescadores, ganaderos o forestales (36,5%). En el lado contrario se encuentran los directivos y gerentes, el 67% de los cuales pueden mover sus horas, y los oficinistas y administrativos (57,8%).

Pese a que prácticamente la mitad de los ocupados no pueden jugar con sus jornadas para poder cuadrar obligaciones y trabajo, la mayoría de ellos afirma no tener problemas en materia de conciliación. De los 7.518.800 ocupados con responsabilidades de cuidado, el 67% no considera que ningún aspecto de su puesto le dificultara la conciliación. Sin embargo, el 12% afirma que la jornada laboral larga es su principal obstáculo y el 10,7% señala los horarios de trabajo imprevisibles o difíciles.