La gestora de aeropuertos AENA, con un 51% de su capital en manos del Estado, ha ingresado este martes en el Tesoro Público algo más de 530 millones de euros en concepto de dividendos a cuenta de los beneficios obtenidos en el 2018 por la compañía que preside Maurici Lucena. En los cuatro últimos años, desde su privatización parcial en febrero del 2015, la compañía ha reportado al Estado un total de 1.527 millones en dividendos correspondientes a su 51% del capital.

Los inversores privados, por su parte, se han embolsado otros 1.467 millones por los dividendos correspondientes al 49% del capital que se reparte en manos de cinco grandes fondos de inversión (el 22,5%) y de pequeños inversores en bolsa (el resto).

En solo cuatro años, el beneficio neto acumulado por la compañía (4.554 millones) supera todo lo que obtuvo el Estado por su venta en el 2015 (4.263 millones). Simplificando, se podría decir que si el Estado no hubiera vendido el 49% de AENA hoy podría gozar de la misma inyección de dinero que obtuvo con su privatización con la diferencia de que toda la compañía seguiría siendo pública.

Tomando en cuenta solo la parte del beneficio repartida entre los socios públicos y privados en este periodo (2.994 millones sobre un total de 4.263 millones de beneficio neto acumulado), se podría concluir que «en solo cuatro años la empresa ha generado en dividendos el 70% del precio de la OPV (salida a bolsa)», lo cual, a juicio del Sindicato Alternativa Sindical AENA /Enaire (ASAE) «es un escándalo económico». Los datos han sido recabados por ASAE de la propia compañía al amparo de la ley de transparencia.

«Desde ASAE hemos considerado siempre que la privatización de AENA en un 49% ha sido un error por la privatización en sí y por el precio de venta una vez tomada la decisión política. El precio de venta de la OPV (58 euros) se ha más que doblado en bolsa lo que siembra dudas sobre una infravaloración que ha hecho perder a las arcas públicas mucho dinero», cuestiona el sindicato.

Lo cierto es que el valor actual de las acciones de AENA (162 euros) casi triplica el de su salida a bolsa (58 euros). Y no solo ahora, al cabo de cinco años. Ya el mismo día de su salida a bolsa, el valor de la acción se disparó el 20%. En mayo del 2017 (dos años después) se triplicó, hasta 177 euros; y desde entonces su cotización ha oscilado en un rango entre esa cifra y los 133 euros, muy por encima de los 58 euros de su salida a bolsa.

El sindicato ASAE no es el único que cuestiona la operación. Ya en el momento de la privatización, el comité de empresa de AENA denunció el «expolio» de un bien público a cambio de «calderilla», ya que consideraban que la ganancia que se iba a obtener era «ridícula». En su día el PSOE calificó la operación de «gran negocio para los amigos del Gobierno» del PP. Después, Ciudadanos impulsó numerosas preguntas en el Congreso de los Diputados, pues también desconfiaba.

Ahora ASAE prevé solicitar a todos los partidos que salgan de las elecciones del 28-A que insten la creación en las Cortes de una comisión de investigación sobre la privatización de AENA.