Naturgy, la antigua Gas Natural, da por totalmente finalizada la comercialización de energía puerta a puerta. Se trata de una modalidad comercial que estaba muy extendida en el sector y que el Ministerio de Tranisición Ecológica prohibió a través de un real decreto ley de medidas urgentes a principios de octubre.

Fuentes del grupo destacan que Naturgy "ha sido la compañía más activa a la hora de denunciar las malas praxis de las fuerzas de venta puerta a puerta". Además de impulsar un código de buenas conductas y vigilancia para evitar abusos por parte de estas contratas que se ocupaban de esta actividad de ventas antes de que el Ejecutivo legislase sobre la materia, habilitó un teléfono de denuncias y penalizó a 87 empresas colaboradoras por malas prácticas comerciales e inhabilitó a más de 100 comerciales.

La empresa asegura que ha sido la primera en acabar con esta estrategia de venta. También inició, hace semanas una campaña informativa a todos sus clientes para que conozcan esta prohibición ante "eventuales comerciales que se pueden aprovechar de la retirada de la competencia".

Además incorpora en la factura esta información y usa la red de centros de atención al cliente para dar a conocer de primera mano este cambio normativo. Naturgy, que apoya la decisión del Gobierno, considera que el mercado español es "suficientemente maduro para acabar con esta modalidad".

La medida del Gobierno no es nueva en Europa. Cuando los países llegan a un alto grado de liberalización (en España hay más de 500 comercializadoras) se suelen aprobar este tipo de medidas para acabar con las estrategias de venta más intrusivas.

De todas formas, la prohibición afecta al negocio de comercialización, no a la acción comercial de los distribuidores que instalen gas en las viviendas, recuerda Naturgy. Como la prohibición afecta a las ventas en el segmento doméstico, menos de 10 kilovatios (kw), la compañía "está explorando nuevos segmentos" para trabajar con este tipo de contratas, como las pymes y empresas. Asimismo, la compañía también estudia utilizar esta fuerza de venta a pie de calle o en 'stands' en centros comerciales.