La agencia de calificación crediticia Moody's ha confirmado los ratings de BBVA 'A3' de deuda senior y 'A2' de los depósitos a largo plazo, ambos con perspectiva estable, debido a "la resistencia" del perfil de crédito de la entidad al deterioro del entorno operativo en Turquía, en plena crisis económica y con fuertes devaluaciones de su moneda.

Este 'espaldarazo' al perfil crediticio de BBVA tiene lugar horas después de la rebaja en un escalón de la nota de solvencia de la deuda a largo plazo y los depósitos de Garanti, entidad turca en la que BBVA controla el 49,85% del capital social, situando su calificación en 'B1' con perspectiva negativa, en el marco de un recorte generalizado de la calificación de solvencia de la banca otomana ante el "sustancial incremento del riesgo de un escenario bajista", después de recortar a mediados de agosto la calificación soberana de Turquía.

Según Moody's, "cualquier evolución negativa esperada" en la subsidiaria del banco en Turquía --Garanti-- será "ampliamente compensada" por la fortaleza en la evolución de otras unidades del banco, en particular de su negocio doméstico, y un impacto negativo en el perfil de crédito de BBVA debido a un deterioro de la situación en Turquía "debe analizarse en el contexto de la fuerte diversificación geográfica del grupo".

En este sentido, considera que el impacto derivado de la devaluación de la lira es "limitado" por la cobertura para el capital regulatorio y la contribución esperada de los resultados de Garanti al grupo, como también lo es el impacto en términos de liquidez y financiación por la política interna de BBVA, que estipula que cada franquicia debe ser gestionada localmente y ser autosuficiente en términos de liquidez.

Así, la agencia prevé una mejora de la calidad de los activos y de los indicadores de rentabilidad debido a la fortaleza del resto de las unidades del banco, en particular de la franquicia española.