El grupo de distribución Mercadona ganó 593 millones en 2018, el 84% más, un ejercicio en el que creó 1.800 nuevos empleos y aumentó sus ventas un 6%, hasta alcanzar los 24.305 millones de euros. Estos datos fueron presentados ayer por el presidente de Mercadona, Juan Roig, quien anunció que el grupo empezará el 12 de junio a vender por internet en Barcelona y a finales de año o principios del próximo lo hará también en Madrid.

En Barcelona se abrirá en junio lo que en el argot del grupo conocen como una colmena (un centro logístico desde el que se distribuyen los productos) en la Zona Franca. Tendrá un volumen negocio previsto de 30.000 repartos al mes y que empleará a 300 personas. Roig se mostró convencido de que se venderá más en Barcelona que en Valencia y espera que la facturación sea elevada también en Madrid.

El grupo invirtió el pasado año 1.504 millones, un 50% más que en el ejercicio anterior, de los 962 millones han sido para apertura de nuevas tiendas, 257 millones en automatización de logística, 225 millones en transformación digital y 60 millones en Portugal.

En cuanto a las previsiones para el ejercicio deL 2019, Roig señaló que el grupo espera aumentar sus ventas un 3,7%, hasta los 25.200 millones, y aumentar un 50% la inversión para alcanzar los 2.300 millones, lo que previsiblemente hará caer el beneficio hasta los 435 millones, cifra un 27% inferior al obtenido en 2018. La plantilla crecerá en unas mil personas.

Juan Roig anunció que este año abrirá diez tiendas en Portugal, todas ellas en Oporto y que el grupo está estudiando implantarse en otro país, que no ha querido desvelar, si bien ha afirmado que se están mirando 3 o 4.

Las tiendas portuguesas abrirán los domingos porque en ese país es la costumbre, pero seguirán sin ofrecer ese servicio las de España, un hecho que Roig ha justificado en que abrir domingos y festivos porque hacerlo implicaría doblar los sueldos de los trabajadores y, por tanto, encarecer los productos a los clientes.

Mercadona cerró el ejercicio con una plantilla de 85.800 trabajadores. Al finalizar ese ejercicio, el grupo tenía 1.636 tiendas tras abrir 29 nuevos supermercados y cerrar otros 20 que no se ajustaban a los estándares de la cadena.