España fue, según la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), el mercado automovilístico que más cayó durante el pasado mes de agosto en toda la Unión Europea (UE). Según sus cifras, se vendieron 74.490 vehículos, un 30,8% menos que el mismo mes del año pasado, cuando se matricularon 107.692 unidades.

El desplome español en agosto se debió, sobre todo, al efecto WLTP, la nueva normativa de homologación de consumos y emisiones que entró en vigor en septiembre del año pasado, mes en el que los vehículos nuevos debían estar homologados bajo esta nueva norma.

La llegada de la WLTP provocó un alud de ofertas y descuentos durante el verano del 2018 para liberar estoc. Asimismo, los concesionarios optaron por automatricular el exceso de estoc para venderlo en el mercado de ocasión. Esta tormenta perfecta provocó un alza de las ventas del 48,7% solo en el mes agosto del 2018.

Las matriculaciones totales en la UE descendieron en agosto un 8,4% respecto al año pasado hasta las 1,041 millones de unidades. Según ACEA, la caída responde también al crecimiento excepcional del mercado en agosto del año pasado (+31,2%).