Más de un millón de hogares españoles se quedarán sin bono social eléctrico. Mañana termina el plazo para solicitar de manera retroactiva esta ayuda, que supone un descuento de entre el 25% y el 40% en la factura de la luz, para todos los hogares que disfrutaban del antiguo bono social eléctrico y solo hay 1,05 millones de bonos activos -de las cerca de 1,5 millones de solicitudes recibidas- mientras que el antiguo bono social lo disfrutaban 2,4 millones de familias.

De los 1,05 millones de beneficiarios, unos 550.000 son consumidores vulnerables (descuento del 25% en la factura); 500.000, consumidores vulnerables severos (descuento del 40% en la factura), y 2.700, consumidores en riesgo de exclusión social, según los datos facilitados por el Ministerio para la Transición Ecológica a fecha 10 de diciembre.

El descuento en la factura de la luz se podrá seguir solicitando a partir del 1 de enero, la prórroga hasta el último día de diciembre solo afectaba a aquellos consumidores beneficiarios del antiguo bono para que activasen el nuevo y su comercializadora les devolviese el dinero de los últimos tres meses. Entre los principales motivos de esta caída se encuentra el cambio en los criterios para su concesión, que antes se regían exclusivamente por términos de potencia contratada y ahora lo hacen según la renta.

El bono social eléctrico creado en el 2009 permitía un descuento en la factura eléctrica a las familias que hubiesen contratado una potencia máxima inferior a 3 kW, fuera cual fuera su situación económica entonces; los pensionistas con una pensión mínima; las familias numerosas y aquellas que tuvieran a todos sus miembros desempleados.

MODIFICACIONES / El año pasado, el anterior titular de energía, Álvaro Nadal, modificó los criterios y eliminó el grupo de usuarios por debajo de los 3 kW, que tenían que demostrar a partir de ese momento su nivel de renta bajo para poder acceder a él. Según la CNMC, esto supone alrededor de 1,5 millones de usuarios del total de 2,4 millones receptores del anterior bono. Además, a los pensionistas se les exige que no tengan más ingresos que la pensión, y a aquellas familias con todos los miembros en desempleo, que convivan en la misma unidad familiar.

En octubre, la ministra Teresa Ribera volvió a modificar los criterios para dar mayor cabida a las familias monoparentales con la fijación de criterios de renta específicos para este colectivo, incrementó en un 15% los límites de consumo de energía con derecho a descuento y amplió su cómputo a un año (antes los límites eran mensuales).

Las cifras actuales son bastante buenas a tenor de las que había a finales de marzo, que se situaban en torno a los 198.000 beneficiarios. Entonces, el ministerio de energía comandado por Nadal se vio obligado a prorrogar seis meses la posibilidad de solicitar el nuevo bono sin demasiado éxito, pues a finales de mayo la cifra apenas había subido a las 500.000 solicitudes activas. Con la llegada de Ribera al ministerio se comenzaron a impulsar las campañas de publicidad y en septiembre se alcanzaron los 706.285 hogares que, tras la prórroga de octubre, se convertirán en más de 1,05 millones. No ocurrirá lo mismo con el térmico, un talón de descuento para la calefacción y agua caliente en la época invernal, y quienes no lo hayan solicitado ya deberán esperar a la publicación de la futura Estrategia Nacional de Pobreza Energética.