El expresidente de Banesto Mario Conde defendió ayer en la Audiencia Nacional la legalidad de los 13,06 millones de euros que repatrió a España para invertir en empresas nacionales, y aportó documentación que demostraría que el dinero «no tenía absolutamente nada que ver» con la entidad que dirigió.

En declaraciones a los medios de comunicacióm, Conde, que compareció ante el titular del Juzgado Central de Instrucción número 1, Santiago Pedraz, durante algo más de una hora, aseguró que con dichos documentos «se acabó el delito del blanqueo» pues «acreditan la falsedad» de todas las acusaciones vertidas contra él.

«En el año 2016 le dije al juez que era rotundamente falso que el dinero que habíamos traído a España para invertir en empresas españoles fuera ilegal», dijo el exbanquero, que recordó que entonces se comprometió a traer documentación de la que se desprendería el capital «era completamente legal».

Mario Conde compareció a petición propia en el marco de la causa que le investiga junto a su entorno más cercano por supuesto alzamiento de bienes, blanqueo de capitales y fraude fiscal, delitos por los que el juez Pedraz decretó en abril de 2016 su ingreso en prisión incondicional tras tomarle la que era su única declaración en sede judicial hasta ayer.

Según exponía el magistrado en su auto, existían indicios suficientes de blanqueo en cuentas corrientes controladas por Conde y su hija Alejandra, también investigada en la presente causa al igual que su hermano Mario, y su marido.

CANTIDADES / De los 13 millones de euros, 2,2 millones los habría blanqueado a través de ingresos en efectivo y 10,7 millones de transferencias en cuentas en el extranjero, cuando aún le restan por depositar 14,1 millones de euros de la responsabilidad civil por la que fue condenado en el caso Banesto.