Los ingresos derivados de actuaciones directas de prevención y lucha contra el fraude fiscal se situaron el pasado año en 14.490 millones de euros, un 1,9% más que en el 2017, según los datos publicados ayer por la Agencia Tributaria. A esto se añaden 599 millones ingresados en declaraciones fuera de plazo sin requerimiento previo, un 5% más, que son consecuencia de las actuaciones generales de la Agencia, lo que sitúa el resultado total de prevención y control del fraude tributario y aduanero en 15.089 millones, un 2% más.

En declaraciones a algunos medios, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, mostró su «satisfacción» por estos datos y por la puesta en marcha de una unidad de grandes contribuyentes, que ha permitido la especialización en el seguimiento «de grandes empresas que tienen entramados societarios que dificultan» conocer su realidad fiscal.

La Unidad Central de Coordinación del Control de Patrimonios Relevantes, creada en 2018 en el seno de la oficina Nacional de Investigación del Fraude, coordina el seguimiento de unos 170.000 contribuyentes y el pasado año logró ingresar 347,5 millones de euros en 494 expedientes.

De esta manera, ha señalado la ministra, se dedica «gran parte de los recursos de la Agencia» al fraude «más sofisticado» en términos de ingeniería fiscal que, además, permite aflorar cantidades de fraude «significativamente» superiores.

En ese sentido, Montero mostró su intención de dedicar «mayores recursos» a esta tarea, así como a reforzar la plantilla de la Agencia Tributaria, una vez que se constituya el Gobierno

Con respecto a las sospechas planteadas por los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) sobre las declaraciones de los autónomos, Montero aclaró que «no hay ninguna campaña dirigida a ningún colectivo en concreto» y puso «en valor el trabajo» de los trabajadores por cuenta propia.

La ministra también abogó por retomar la ley de lucha contra el fraude fiscal planteada por el Ejecutivo en la anterior legislatura, que preveía entre otras cuestiones prohibir las amnistías fiscales o limitar a 1.000 euros el importe de los pagos en efectivo.

De acuerdo al informe, la Agencia Tributaria realizó el pasado año 1,53 millones de actuaciones de comprobación sobre tributos internos, un 6% más, y otras 45.000 actuaciones de investigación de carácter auxiliar y la deuda pendiente disminuyó un 17%.

Por su parte, la Oficina Nacional de Fiscalidad Internacional (ONFI) finalizó 98 comprobaciones inspectoras, que dieron lugar a ajustes en la base imponible por unos 4.200 millones de euros, más del doble que el año anterior. También concluyó y estimó 20 acuerdos previos de valoración, que permitieron ajustar bases por más de 2.950 millones de euros.

En 2018, la Agencia Tributaria intensificó las comprobaciones sobre la economía digital, lo que permitió regularizar bases imponibles por más de 1.500 millones y cuotas por más de 400 millones, al tiempo que se aseguran bases para los próximos años por un importe de más de 500 millones de euros. Como parte del control para aflorar la economía sumergida, el pasado año se realizaron casi 3.000 actuaciones inspectoras de ventas ocultas, con las que se regularizaron cuotas por 719 millones de euros.

El autónomo, «protegido» / La ministra de Hacienda aseguró ayer que «no hay ninguna campaña dirigida a ningún colectivo en concreto» y afirmó que los autónomos cuentan con la «protección» del Gobierno en materia de derechos y prestaciones. Salió así al paso de la asociación de técnicos de Hacienda (Gestha), que mostró su sospecha de que hay «motivos ocultos» en que más de 1,5 millones de autónomos, casi la mitad del colectivo, declaren ganar menos de 12.000 euros al año y que unos tres millones de sus empleados declaren más ingresos que sus propios jefes.