La compañía estadounidense KFC (Kentucky Fried Chicken) se ha visto obligada a cerrar centenares de restaurantes en el Reino Unido e Irlanda por falta de pollo. Un problema con un proveedor está privando a sus fans de disfrutar de su famoso pollo frito.

La firma cuenta con 900 establecimientos en Reino Unido e Irlanda, de las que al menos dos tercios han cerrado este lunes. Además, que que han abierto, en la mayoría de casos, no ofrecen todos los productos de la carta.

"Sabremos que esto puede haber molestado a algunos de los clientes, y decepcionado al querer su dosis de pollo frito; realmente lo lamentamos", ha dicho la empresa en un comunicado.

La empresa DHL logró recientemente el contrato de logística de KFC, que antes operaba Bidvest Logistics. En una nota, DHL afirmó que "debido a problemas operativos, varias entregas en los últimos días han sido incompletas o retrasadas".