Los accionistas de la Asociación de Afectados por el desmantelamiento de Iberia, representantes de más de 10.000 titulares de acciones de IAG, han criticado hoy durante la junta la reelección de Emilio Saracho, el último presidente del Banco Popular antes de ser intervenido y vendido al Santander, comoconsejero independiente del grupo aéreo resultante de la fusión de la española con British Airways.

"Si Saracho tuviera un mínimo de coherencia lo que debería hacer en este mismo momento es renunciar a su cargo", ha afirmado el secretario general de dicha asociación, Javier Soto, en la primera intervención en el turno de preguntas a los accionistas durante la junta de IAG.

Soto ha señalado que "no parece la persona idónea para ocupar el cargo de consejero independiente, ya que ha demostrado su incapacidad para dirigir el destino de cualquier empresa con una actuación más que discutible en su escaso pero intenso paso por Banco Popular, tan desgraciadamente de actualidad".

Pese a reconocer que la reelección de Saracho, aprobada hoy en junta, figuraba en el orden del día anterior a la resolución, ha calificado lo ocurrido con la entidad de un "escándalo de increíble magnitud" que no le hace digno de ocupar cargo alguno en IAG.

"No es de recibo que se proponga para ocupar un cargo tan importante como consejero independiente de IAG a alguien que con su actitud ha propiciado que miles de accionistas y poseedores de otros instrumentos de capital hayan perdido su dinero", ha indicado en alusión a los accionistas que han visto evaporar toda su inversión tras la resolución del banco y su posterior adquisición por el Santander por el simbólico precio de un euro.

Soro cargó también contra el presidente de IAG, Antonio Vázquez, y contra el director financiero y consejero ejecutivo, por solicitar autorización para realizar una ampliación de capital o de emitir valores, actuación que llegó a tildar de "delictiva" al incluir la eliminación del derecho preferente a accionistas.

No obstante, el representante de la Asociación de Afectados por el Desmantelamiento de Iberia abandonó la junta tras intervenir, criticando la falta de turno de réplica.

CRÍTICAS AL PLAN DE RENOVACIÓN DE FLOTA.

Otro grupo de accionistas ha calificado de "lamentable" la renovación de flota acometida en Iberia, a raíz del "batacazo" en 2013, con la incorporación de los A330, un avión "obsoleto" que devuelve a la aerolínea española a la era del McDonnell Douglas DC-8.

Según dijo el portavoz de este grupo de inversores, entre los que se presumen trabajadores de la aerolínea, limita mucho operativamente y en capacidad, como ya habían advertido pilotos y tripulantes de cabina (TCPs).

De hecho, relató un episodio de un vuelo A330-300 de Iberia en Madrid-Barajas no pudo despegar recientemente por el volumen de carga, con la consecuente espera para despegar. Este mismo vuelo, dos días después, por un aumento de temperatura se planteó dejar 240 maletas de pasajeros a bordo, aunque un cambio en la configuración del viento permitió finalmente cargar las maletas.

Finalmente, un accionista minoritario intervino para secundar lo expuesto por los anteriores representantes de inversores, aunque quiso agradecer al equipo de gestión de IAG la revalorización de las acciones del grupo "tras años de muchas dificultades".

496 MILLONES A DIVIDENDOS.

Tras la junta, los accionistas aprobaron el pago de un dividendo complementario bruto de 12,5 céntimos (0,125 euros) por acción con cargo a 2016, que se abonará a partir del 3 de julio. De esta forma, el dividendo anual ascenderá a 23,5 céntimos de euro (0,235 euros) brutos, tras el abonado en diciembre, lo que supone elevar un 17,5% la retribución al accionista, destinando 496 millones de euros.

Se trata del segundo dividendo de la historia de IAG, seis años después de la fusión entre Iberia y BA, en su vocación por mantener una política de dividendos sostenible, tal y como señaló el presidente del grupo, Antonio Vázquez, ante la junta de accionistas celebrada hoy en Madrid.

Esta retribución, junto con el programa de recompra de acciones por valor de 500 millones de euros que realizará durante este año, incrementará los retornos de efectivo a los accionistas por la suma de ambos conceptos con un retorno de caja próximo a los 1.000 millones de euros.

La junta también dio 'luz verde' a la reelección del resto de consejeros propuestos: Antonio Vázquez (presidente), Willie Walsh (consejero delegado) y Enrique Dupuy (director financiero y consejero ejecutivo) como consejeros por el periodo de un año. Además, someterá a su reelección como consejeros a Marc Bolland, Patrick Cescau, James Lawrence, María Fernanda Mejía, Kieran Poynter, Dame Marjorie y Alberto Terol por igual periodo estatutario.

Asimismo, se nombró como consejera no ejecutiva independiente a Nicola Shaw para cubrir la vacante que dejará el 1 de enero de 2018 la baronesa Kingsmill. Igualmente se aprobó facultar al consejo para emitir valores convertibles o canjeables por acciones, hasta un límite máximo 1.000 millones de euros, y una reducción de capital mediante la amortización de un máximo de 190 millones de títulos propios (8,9% del capital social).