La inflación en la Eurozona moderó su crecimiento en el mes de diciembre y cerró el año en el 1,6%, tres décimas por debajo de los niveles registrados en noviembre. Así lo reflejan los datos publicados este viernes por al oficina estadística de la Unión Europea (UE), Eurostat, que apuntan en el descenso de los precios de la energía como el principal factor explicativo.

Los precios de los productos energéticos se dispararon en mayo del 2018, cuando saltaron del 2,6% de abril al 6,1% del quinto mes del año. Desde entonces la tendencia fue ascendente, hasta alcanzar su máximo en octubre, con el 10,7%. La energía arrastró al alza los índices de precios de la media europea y la desaceleración de diciembre, a un incremento del 5,5%, explica la moderación de tres décimas en el 1,6% registrado para el cierre del 2018.

Los niveles de precios del resto de productos con los que Eurostat calcula la inflación apenas registraron variaciones. La comida, el alcohol y el tabaco bajaron una décima su crecimiento, del 1,9% de noviembre al 1,8% de diciembre, y los bienes de producción industrial (0,4%) y los servicios (1,3%) se mantuvieron a los mismos niveles.