El grupo farmacéutico Sanofi indicó este lunes que sido imputado por la justicia francesa por homicidios involuntarios en relación con uno de sus medicamentos utilizados contra la epilepsia, la Dépakina, al que se responsabiliza de haber causado malformaciones en fetos.

En una breve declaración transmitida a EFE, Sanofi anunció que ha recurrido esa inculpación ante la sala de instrucción del Tribunal Judicial de París ya que la considera injustificada, e insistió en que de todas formas eso tampoco prejuzga sobre su responsabilidad.

Se trata de la segunda imputación de Sanofi por la Dépakina, ya que en febrero también había sido acusada por engaño agravado y heridas involuntarias. Este último procedimiento tiene que ver con la muerte de tres niños cuyas madres utilizaron el fármaco durante el embarazo.

Peligro para embarazadas

Para la asociación Apesac, que reúne a familias que se consideran damnificadas y que había estado en el origen de la investigación judicial en 2016 con la denuncia del gigante farmacéutico, supone "una gran victoria".

La asociación consideró en un comunicado que es "una señal fuerte" del juez instructor ante la "actitud innoble" de Sanofi hacia las víctimas. Además, reclamó que "estos criminales de cuello blanco asuman sus responsabilidades" para que los niños puedan recibir un tratamiento adecuado.

La Dépakine, un antiepiléptico que utiliza como principio activo el valproato de sodio, se comenzó a comercializar en 1967. En caso de ser administrado a una mujer embarazada, hay un riesgo elevado de consecuencias para el feto.