Los factores que contribuyen a mantener las desigualdades entre hombres y mujeres son numerosos: una elección educativa segregada, una menor participación en el mercado laboral, empleos mucho más precarios, peor pagados y una división desigual en las tareas del hogar. Aumentar la igualdad repercutiría, sin embargo, positivamente en la economía de la Unión Europea, según un nuevo estudio del Instituto Europeo de Igualdad de Género (EIGE): permitiría crear 10,5 millones de puestos de trabajo adicionales para 2050 -el 70% de ellos ocupados por mujeres- y aumentaría el PIB europeo entre el 4% y 10%.

El análisis, un estudio basado en un modelo econométrico elaborado con motivo del Día Internacional de la Mujer y encargado por la presidencia de la UE, examina factores como la educación, el mercado laboral, los salarios o la fertilidad. En materia de empleo, por ejemplo, sugiere que si los Estados miembros dieran un acelerón e impulsaran medidas de fomento de la igualdad -eliminar estereotipos a la hora de elegir estudios y animar a las chicas a embarcarse en carreras como las ingenierías- se traduciría en un incremento de la tasa de empleo de entre el 0,3 y 0,8 puntos para 2030 y de un 2,1 a un 3,5 para 2050, en función de si hay una rápida o lenta mejoría.

Esto significa que la tasa de empleo podría situarse entre el 76 y el 80%, muy por encima del 64,9% registrado por la UE en 2014 (del 56% en España) y del 65,5% récord del 2016. «Si más mujeres se suman al mercado laboral y/o se incorporan a estudios con buenas perspectivas laborales en ciencias, tecnologías, ingeniería o matemáticas -actualmente el 75% de los estudiantes en estas carreras son chicos- es probable que encuentren empleo y hagan una contribución sustancial a la economía», señala el informe, que cifra en 10,5 millones de empleos adicionales los que podrían generarse con una reducción de la brecha de género.

De ellos, calculan que 7,6 millones podrían corresponder a mujeres y los restantes 2,9 millones a hombres. Es decir, el 70% de los empleos nuevos estarían ocupados por mujeres, un paso positivo, subrayan, para reducir la pobreza que es uno de los objetivos de la estrategia europea 2020. En el caso de que el avance fuera más limitado la creación de empleos adicionales se situaría sobre los 6,2 millones, 4,5 millones correspondientes a mujeres.

De rebote toda la economía se verá beneficiada lo que significa que el PIB podría crecer del 6,1% al 9,6% adicional para 2050 (un 2% para 2030). El impacto varía notablemente de un país a otro, en función de los niveles de desigualdad existentes en la actualidad, pero en general podrían ver mejorado su crecimiento entre un 4% y más de un 10%.

El mayor impacto se vería en los países que han dado hasta ahora poca prioridad a la igualdad de género ya que tiene un mayor margen de mejora. Es el caso de Portugal, Italia, Grecia, Bélgica y muchos Estados del este de Europa. España se sitúa con margen moderado de mejora.

El impacto de la igualdad también repercutirá en la competitividad e incluso en el desafío que supone el envejecimiento de la población. Según el informe, las exportaciones podrían crecer entre un 1,6% y un 2,3% y las importaciones caer entre un 0,4% y un 0,7% para 2050 lo que podría ayudar a mantener a la UE como uno de los motores comerciales clave a nivel internacional. Y lo mismo podría ocurrir con la fertilidad que según los autores del informe podría aumentar.

El informe destaca también que el 39% de las mujeres -frente al 4% de los hombres- asegura que la principal razón de no buscar un empleo es cuidar de los hijos o de adultos que no pueden valerse por sí mismos.