El banco británico HSBC anunció ayer que va a despedir a algo menos del 2% de su plantilla, lo que equivale a unos 4.700 empleados. La mayor entidad financiera de Europa explicó que prevé ahorrar con esa medida entre 580 y 625 millones de euros, lo que representa un 4% de sus base de costes salariales. Ello implica que las salidas se centrarán en los trabajadores con sueldos más altos.

El grupo ganó 7.635 millones de euros en el primer semestre, el 18,6% más que un año antes. Sin embargo, aseguró que se enfrenta a un entorno más complejo por las rebajas de tipos en EEUU, la creciente posibilidad de un brexit duro y la pugna comercial entre el presidente Trump y el Gobierno de China.

También anunció por sorpresa la salida «de mutuo acuerdo» de su consejero delegado, John Flint, que accedió al puesto en febrero del 2018. Será relevado provisionalmente por Noel Quinn, actual responsable del negocio de banca comercial global. Flint, de 51 años y con una trayectoria de casi 30 años en el banco, deja el cargo para abordar «un nuevo reto personal». «Los buenos resultados s indican que este es el momento adecuado para el cambio, tanto para mí como para el banco», afirmó.