Hacienda ha desmantelado un fraude con el impuesto del valor añadido (IVA) por más de 25 millones de euros durante tres años. La operación, bautizada como 'Sith', se ha saldado con 19 detenidos que evadían el tributo en el sector de la informática y la electrónica.

En la operación, que se ha extendido a las provincias deGuadalajara, Madrid, León, Valladolidad, Valencia y Alicante, han intervenido 70 funcionarios de la Oficina Nacional del Investigación del Fraude (ONIF) y de diversas áreas regionales deinspección y vigilancia aduanera.

Además de las detenciones se han bloqueado cuentas bancarias, incautado efectivo y embargado vehículos de alta gama.

Las actuaciones se han desarrollado bajo la dirección del juzgado de instrucción número 3 de Guadalajara. Los investigados habrían creado una trama para defraudar el IVA en la comercialización de productos mediantes "una estructura compleja con sociedades en España y Portugal", según Hacienda.

La mercancía objeto del fraude viajaba directamente desde el proveedor en Europa a almacenes logísticos en España, desde los que se distribuía a los canales de comercialización. Con el único fin de eludir el pago del IVA, se interponían una serie de sociedades instrumentales creadas al efecto en otros países europeos y en España.

NORMATIVA

La normativa del IVA establece que no procede pagar el IVA en las adquisiciones intracomunitarias y sí en las interiores en España. Las entidades que introducen la mercancía en el país tienen que ingresar unas cantidades de IVA muy elevadas, al no soportar el impuesto en sus compras y sí repercutirlos en las ventas.

Es en este punto donde se comete el fraude. Su rápida expansión viene motivada por "la posibilidad de reducir el precio de los productos que comercializan gracias al margen que le proporciona la propia defraudación del IVA.

Durante las investigaciones se ha constatado que las empresas instrumentales extranjeras y españolas eran en realidad dirigidas y controladas por las mismas personas. Además, según explica Hacienda, para dificultar su detección eran sustituidas por empresas nuevas, al frente de las cuales se colocaban testaferros.