El ministro de Economía, Luis de Guindos, tiene el camino hacia la vicepresidencia del Banco Central Europeo prácticamente despejado. En su examen de ayer ante la comisión de asuntos económicos del Parlamento Europeo se encontró una prueba mucho más sencilla de lo previsto y aunque no convenció a todos los grupos políticos -muy críticos fueron los Verdes y la izquierda- tiene muchas posibilidades de lograr hoy el aprobado general.

«Si me designan para el cargo trabajaré con lealtad e independencia en beneficio y bienestar de todos los ciudadanos europeos», prometió como colofón a una intervención en la que utilizó el español, el inglés y brevemente el francés. Una hora y media de examen durante la cual se volvió a presentar como la persona idónea para el cargo por su trayectoria, rescate bancario incluido, y su visión de conjunto de la Eurozona.

Guindos respaldó las medidas de estímulo monetario aprobadas por el BCE, defendió la necesidad de reforzar la unión económica y monetaria y prometió trabajar por la independencia del eurobanco, algo crucial y «esencial» para mantener estable a medio plazo la inflación.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, aseguró ayer que el sustituto de Guindos se conocerá la semana próxima y dijo que no remodelará el Ejecutivo.