Los bancos de la zona euro necesitan aumentar el capital que podrán dedicar a absorber las pérdidas que pueda provocar la crisis que se avecina y evitar de esta manera que el grifo del crédito se cierre. Así lo advirtió ayer el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, en un mensaje claramente destinado a autoridades nacionales como el Banco de España. En unas jornadas en la sede del BCE en Fráncfort sobre supervisión bancaria, el exministro de Economía recordó que únicamente siete de los 19 países del euro están obligando a los bancos a guardar fondos con este fin.

Con este mensaje, el número dos del BCE presiona para que todos los miembros del euro obliguen a sus entidades a contar con lo que se conoce como el colchón de capital anticíclico, es decir, un recargo en los requisitos de solvencia para frenar los excesos cuando la economía va bien y del que se puede echar mano cuando va mal. Ya lanzó una advertencia similar el pasado junio en Santander directamente destinada al Banco de España con el argumento de que los precios inmobiliarios estaban subiendo demasiado en algunos segmentos del mercado. Actualmente, solo tienen activado ese colchón o han anunciado su activación Alemania, Francia, Irlanda, Lituania, Luxemburgo, Eslovaquia y Bélgica, con un recargo en el capital que va de 0,25 a los 2 puntos.