El secretario de Estado para la Seguridad Social, Octavio Granado, ha lamentado este martes la ausencia de un acuerdo político dentro de la comisión parlamentaria del Pacto de Toledo y ha confiado en que los trabajos se retomen en la próxima legislatura. En particular ha citado el debate sobre el futuro de la pensión de viudedad que, en su opinión, debería condicionarse al nivel de renta del cónyuge superviviente.

Según Granado, no tiene sentido que el cónyuge con mayor nivel de renta obtenga una pensión de viudedad tras el fallecimiento de su pareja. En opinión del actual secretario de Estado de Seguridad Social, la prestación sí tiene sentido en el supuesto inverso: cuando la renta del cónyuge superviviente es inferior es inferior a la del fallecido. En todo caso, ha aclarado, que esta idea del Gobierno actual se aplicaría solo a las nuevas pensiones y no a las ya existentes, para las que ha abogado por seguir mejorándolas en la línea de lo practicado en el ejercicio 2019 en el que se ha vuelto a ampliar la base reguladora de la pensión, del 56% al 60%.

Desde el punto de vista del reto demográfico, Granado ha abogado por una política de familia -"que no prospera, entre la alergia de la izquierda y la retórica de la derecha"- y por el aumento de la población inmigrante.

Y desde el punto de vista de los recursos del sistema, ha defendido una mayor aportación de los colectivos con acceso a la prejubilación y un trasvase de cotizaciones por desempleo (con superávit) a favor del sistema de contingencias comunes (donde se ubica el pago de las pensiones).

Granado ha anticipado que los datos contables de la Seguridad Social del 2018 van a desmentir a quienes anticiparon "un crecimiento escandaloso del déficit" tras la decisión de subir las prestaciones (el año pasado y el actual) de acuerdo con el IPC.