Sin el artículo 155 de la Constitución, no hay intervención de cuentas de la Generalitat. Es la interpretación del flamente 'vicepresident' y 'conseller' d'Economia, Pere Aragonès, que así lo ha comunicado esta mañana en el departamento y el resto de 'conselleries'.

"Volvemos a poner en marcha el Govern de Cataluña y ordenamos el fin de la intervención financiera desde este edificio, donde el 20 de septiembre empezaron tantas cosas y compañeros sufrieron en sus carnes la represión del Estado y de la Guardia Civil", ha dicho Aragonès, que ha citado al exsecretario de Hacienda Lluís Salvadó y al exsecretario general de la Vicepresidència y de Economia y 'número dos' de Oriol Junqueras, Josep Maria Jové.

A juicio del Ejecutivo catalán, el levantamiento de la aplicación del artículo 155 supone a su vez dejar de llevar a cabo un control total de las cuentas catalanas, ya que esta medida, que empezó a aplicarse en septiembre pasado, quedó ligada a la ejecución posterior del artículo de la Constitución en octubre pasado.

Como consecuencia de ello, el Gobierno central tendrá que volver a ingresar el anticipo mensual a cuenta del sistema de financiación, que en la actualidad se ingresaba en una cuenta en el Banco de España, según fuentes de la Conselleria.

También queda suprimida la obligación de justificar los gastos con un certificado de responsabilidad, tal como estableció el anterior Ejecutivo central a través de quien entonces era ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Tampoco será necesaria una autorización del Gobierno central para efectuar pagos, según las mismas fuentes.

Según la interpretación del Govern, la fiscalización financiera de la Generalitat se limitará ahora al informe mensual sobre gastos que está previsto por las normas que regulan la estabilidad. En todo caso, la intervención de las cuentas ha provocado ya cierta polémica, después de que desde fuentes del nuevo Gobierno central de Pedro Sánchez se abriera la puerta a levantar los controles.

Tras la toma de posesión el sábado pasado, Aragonès perfile su departamento. Por ahora, Albert Castellanos, que era el actual responsable de la Agència Tributària de Cataluña (ATC), será el secretario general de la Conselleria, el número dos de la misma, el cargo que ocupaba Josep Maria Jové; y ejercerá a la vez de secretario de Economía, hasta que se nombre a otra persona. Esta resposnabilidad era la que hasta ahora ocupaba el propio Aragonès con el anterior 'vicepresident', Oriol Junqueras, al frente del departamento.

A su vez se da por hecho que la actual directora general de Tributos, Marta Espasa, pasará a ser la secretaria de Hacienda de la Conselleria.