Es una vieja queja: las empresas españolas son demasiado pequeñas. Que suele ir acompañada de una revindicación: eliminar trabas que impiden crecer a las compañías. Recogiendo el testigo, el Gobierno presentará en julio próximo su estrategia con reformas para suprimir esas barreras, que abarcan desde el ámbito fiscal hasta distintas cargas administrativas o normativas laborales y contables que desincentivan que las empresas ganen tamaño.

Además de la presentación de esa estrategia, que será fruto de un acuerdo del consejo de ministros y de un real decreto para mejorar laadministración concursal, están previstas distintas reformas regulatorias, según el plan nacional de reformas remitido por el Ejecutivo de Mariano Rajoy a Bruselas a finales de abril.

Tras avanzar que el Gobierno no llevará a cabo una rebaja generalizada de las cotizaciones sociales, aunque sí "selectiva", el ministro de Economía, Luis de Guindos, ha afirmado esta semana que "en las próximas semanas" verá la luz el plan integral de incremento de la escala empresarial.

De Guindos admite que "a veces" las propias administraciones limitan el tamaño de las empresas porque el salto que supone para el empresario pasar a tener más trabajadores supone "cientos de miles de euros", al incrementarse la carga fiscal, laboral y contable. El objetivo último de estos planes, además de fomentar el dinamismo empresarial es contribuir a la creación de empleo, así como agilizar el tráfico mercantil y facilitar la creación de negocios.

UMBRALES REGULATORIOS

El Ejecutivo se propone identificar umbrales regulatorios que pueden desincentivar el crecimiento de las empresas, ya que establecen restricciones o cargas administrativas, fiscales y de otra índole, en función del volumen de facturación, el número de empleados y otros factores. Una de las medidas podría ser la revisión del valor del umbral, según el plan nacional de reformas.

Un estudio del Instituto de la Empresa Familiar (IEF)revela que a 1 de enero del 2016 existían en España 3,24 millones de empresas activas, de las que más de la mitad no tenían ningún trabajador asalariado. Es un tejido empresarial en el que predomina el trabajador por cuenta propia y la pyme y solo el 0,7% del total de las compañías tienen más de 50 trabajadores, frente al 3% de

Alemania o el 1,2% de media de la Unión Europea (UE).

En los planes del Gobierno también están previstas medidas para facilitar la apertura, desarrollo y cierre de empresas, siguiendo el indicador 'Doing Business' que lleva a cabo el Banco Mundial. Aunque ha ascendido, España se encuentra en el puesto 32 de esaclasificación.

En lo que respecta a abrir un negocio, se sitúa en el puesto 85, con un total de siete trámites administrativos que hay que realizar que requieren nueve días. En Nueva Zelanda, el país que lidera el ránking, solo se requiere un trámite y el proceso dura apenas medio día. En Europa, Dinamarca, tercera de la clasificación mundial, requiere cuatro trámites y tres días; y el Reino Unido, la séptima; cuatro trámites y cuatro días y medio.