Los bajos tipos de interés también se dejan notar en los ahorros. El Banco Central Europeo (BCE) cobra el 0,4% a los bancos por guardarles el dinero, con lo que el tipo de los depósitos a un año se ha derrumbado desde el 1,39% del 2014 hasta el 0,16% actual. En consecuencia, las entidades financieras llevan años incentivado a sus clientes para que contraten productos de más riesgo (y, en consecuencia, con más comisiones) como fondos de inversión y planes asegurados para conseguir una rentabilidad mayor. Pero este proceso se puede revertir en parte cuando comiencen a subir los tipos.

Así lo apuntó esta semana el consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar, durante la presentación de los resultados anuales de la entidad. Habrá un trasvase hacia los depósitos por parte de los clientes que han permanecido en fondos de inversión a corto plazo, principalmente monetarios, en los que la rentabilidad ha sido más bien baja o incluso negativa. Sin embargo, eso no ocurrirá tan claramente con los clientes que han permanecido en fondos de inversión con más riesgo y mayor rentabilidad. «Si han tenido un buen asesoramiento, se mantendrán en ese tipo de productos y no volverán a los depósitos a plazo», afirmó.

El ejecutivo, en cualquier caso, no espera que ese proceso vaya a producirse antes del 2019. Aunque el banco prevé que el euríbor vaya al alza en el presente ejercicio, cree que lo hará de forma moderada. «En el 2018 se va a mantener la tendencia de tipos negativos o cero en el mercado, con lo que la composición de los resultados no cambiará sustancialmente», aseguró.

Por ello, la entidad va a seguir apostando por crecer en fondos en el 2018 para que el aumento de comisiones que ello conlleva ayude a mejorar su cuenta de resultados. Sin ir más lejos, la entidad ingresó algo más de 2.400 millones de euros por ese concepto en el 2017.

El resto de los grandes bancos españoles también tiene como objetivo aumentar los ingresos por comisiones a lo largo de este año.