El presidente del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), Jaime Ponce, abrió ayer la puerta por primera vez a retrasar el plazo de liquidación y desaparición de la Sareb más allá del 2027. El banco malo en el que se aparcaron los activos inmobiliarios tóxicos de las entidades financieras rescatadas nació en noviembre del 2012 con el mandato legal de vender todo lo recibido en 15 años. «Se puede llegar a considerar cambiar» la ley que fija ese límite, sostuvo, pero ahora no sería necesario porque todavía tiene siete años y medio de vida por delante.

El alto funcionario, así, ha recordado que la norma vigente no permite al Gobierno ampliar directamente el plazo, como sí puede realizar en el caso de la privatización de Bankia. Pero destacó que la ley se puede cambiar. En cuanto al banco nacionalizado, también sostuvo que el Ejecutivo podría volver a ampliar el plazo máximo de venta, como ya hizo en el 2016 y el 2018, para atrasarlo más allá de finales del 2021 si las condiciones de mercado se mantienen «inadecuadas» para desinvertir. Ponce evitó pronunciarse sobre si la Sareb podría necesitar más capital público,