Ford ha anunciado un plan de reestructuración de negocio en Europa para conseguir beneficios y buscar un margen operativo positivo del 6%. Este plan incluirá el despido de muchos trabajadores, la salida de la marca de los mercados menos rentables y la eliminación de las líneas de producción de los vehículos que no generen beneficios. Aunque el comunicado de la firma estadounidense no cifra cuantos trabajos se perderán, las medidas propuestas afectarían a miles de trabajadores.

A principios de diciembre, Ford ya adelantó estas posibles medidas. De hecho, el mes pasado se anticipó el despido de 1.600 personas en la planta de Saarlouis, Alemania, junto con el cese de la producción del C-Max y el Grand C-Max. Bajo la dirección de Steven Armstrong, nuevo presidente en Europa, Ford se centrará en reconducir su negocio invirtiendo en modelos, servicios y segmentos que aseguren beneficios y eliminando todo aquello que pueda causar pérdidas.

Como también se adelantó en diciembre, la compañía cesará las actividades en su planta de producción de transmisiones en Burdeos, Francia, que emplea a 600 personas, en agosto. Además, según las últimas informaciones, Ford revisará su actividad en Rusia junto a su socio Sollers PJSC para buscar una posible reestructuración de su actividad (la decisión se tomará en el segundo trimestre) y juntará las sedes de Ford UK y Ford Credit en una misma localización en Dunton, cerca de Londres.

Ford tiene 53.000 trabajadores en Europa y durante los últimos meses ha sufrido para conseguir beneficios. De hecho, según los datos del tercer trimestre de 2017, la firma registró pérdidas por valor de 245 millones de euros antes de impuestos, equivalente a un margen operativo del -3,3%.

POSIBLES ALIANZAS

Mucho se habló durante el otoño sobre las posibles alianzas de Ford con otros grupos para mejorar en materia de automóvil eléctrico y autónomo. En el mismo comunicado en el que ha anunciado sus medidas para el Viejo Continente, la firma del óvalo también expone que planea aprovechar todas sus relaciones para apoyar su negocio. Además, según adelanta Autonews, Ford y el Grupo Volkswagen podrían anunciar los detalles de una alianza el próximo martes en el Salón de Detroit. Ambas compañías llevan meses negociando el intercambio de tecnologías y plataformas para crecer.

La planta de Ford en Almussafes confía en esquivar las medidas más duras del plan de la marca gracias a su productividad y resultados, siendo una de las plantas más importantes de Ford en Europa tras cerrar el 2017 con un beneficio de más de 110 millones de euros. El año pasado, la planta valenciana consiguió producir más de 400.000 unidades. Pese a las buenas cifras, en octubre se pactó la aplicación de un Expediente de Regulación Temporal y de Ocupación (ERTO), que afecta a 6.500 trabajadores y reduce un 20% su salario.

A principios de año, se firmó un nuevo acuerdo laboral de tres años para la factoría y, pese a la situación de la firma en Europa, la planta mantendrá una inversión de 750 millones de euros para añadir una nueva línea de montaje para fabricar el año que viene la próxima generación del Kuga.