La desaceleración del crecimiento mundial va a más. Así lo percibe al menos el Fondo Monetario Internacional (FMI) que en sus nuevas previsiones mundiales, presentadas este lunes con ocasión de la tradicional reunión anual en Davos del Foro Económico Mundial (WEF por su sigla en inglés). El FMI vuelve a empeorar sus perspectivas mundiales -después de haberlas rebajado en octubre pasado- y ahora rebaja el crecimiento de la economía mundial previsto para este año al 3,5%, dos décimas menos de lo estimado en octubre pasado

La revisión a la baja es fruto de un empeoramiento de las expectativas tanto en el bloque de las economías desarrolladas (empeoran una décima para el 2019, hasta el 2%), como de los países emergentes (dos décimas menos que en octubre, hasta el 4,5%). "La revisión es modesta; sin embargo creemos que los riesgos más significativos a la baja son crecientes", admite Gita Gopinath, la economista jefe del FMI.

En el bloque de las economías desarrolladas pesa, sobre todo, el empeoramiento de tres décimas en la previsión de crecimiento de la zona euro para el 2019 (desde el 1,9% proyectado en octubre hasta el 1,6% que se prevé ahora), lastrado por un menor crecimiento en Alemania, en Italia y en Francia, mientras que el FMI mantiene para España su prevision de otoño, del 2,2%, coincidente que la presentada este mismo mes por el Gobierno español.

RIESGOS A LA BAJA

En octubre, el FMI ya rebajó sus perspectivas mundiales en parte por la guerra arancelaria entre Estados Unidos y China desde inicios del año pasado. Ahora la nueva corrección a la baja refleja una tendencia a la moderación del crecimiento en la última parte del 2018 que toma nota del efecto sobre la industria alemana de las nuevas especificaciones para limitar la emisión de gases en los autmóviles, de la incertidumbre presupuestaria en Italia o de las protestas en Francia contra el Gobierno de Emmanuel Macron.

La previsión de crecimiento en Alemania para el 2019 se ha rebajado en seis décimas, hasta el 1,3%. En el caso de Italia, la corrección es de cuatro décimas, hasta el 0,6%. Y en el de Francia, de una décima, hasta el 1,5%. En el caso de España, las perspectivas se mantienen en el 2,2% para este año y en el 1,9% para el próximo.

Además, según el FMI, los riesgos presionan a la baja sobre las perspectivas. En este sentido, la incertidumbre llega de la posiblidad de una escalada adicional de las tensiones comerciales en el mundo, del endurecimiento de las condiciones financieras, de un eventual 'Brexit' sin acuerdo, de una mayor desaceleración de la economía en China y, en definitiva, de un empeoramiento de la confianza en un contexto de elevado endeudamiento público y privado en el mundo

En definitiva, las claves de los riesgos mundiales reside -según los analistas del FMI- en cómo evolucionen las negociaciones comerciales y en el rumbo que puedan tomar las condiciones financieras en los próximos meses a partir de las decisiones que adopten los bancos centrales sobre los tipos de interés.

De momento, las nuevas perspectivas del FMI parten de la previsión de que tanto EEUU como China aplicarán sus respectivas subidas de aranceles a partir del 1 de marzo, cuando acabe la tregua que se han concedido ambos países. Además ahora se prevé un precio del barril de petróleo en el entorno de los 60 dólares para este año y el próximo, por debajo de los 69 y los 66 dólares que se anticipaban en octubre.

CONSEJOS

En este contexto de elevada incertidumbre, el organismo que dirige Christine Lagarde aconseja avanzar en al cooperación internacional por el camino de las reglas de comercio, reduciendo costes y resolviendo desacuerdos sin aumentar las barreras aranceralarias.

Además, se propone fortalecer la cooperación en otras cuestiones como la regulación financiera, la fiscalidad internacional contra la evasión fiscal, reduciendo corrupción, trabajando contra el cambio climático y adecuando las fuentes de financiación del FMI para que pueda seguir ejerciendo su papel estabilizador en los mercados globales de capitales

En el terreno de las políticas nacionales, el FMI propone orientarlas en la dirección de aumentar la productividad y una mayor participación de la fuerza laboral sobre todo de mujeres y jovenes así como de asegurar una adecuada proteccion social, sobre todo para los colectivos mas vulnerables. Además, según el organismo, la política monetaria debe asegurar la estabilidad de la inflación mientras que la política fiscal "debe construir colchones que serían necesario para combatir posibles desaceleraciones".