Las tensiones entre China y EEUU y las consecuencias en el comercio internacional preocupan al Fondo Monetario Internacional (FMI). Cierto que las previsiones mundiales para este año y el próximo siguen siendo buenas, pero el fantasma del proteccionismo amenaza claramente que esas previsiones lleguen a ser una realidad. El FMI prevé que el PIB mundial suba el 3,9% tanto en el 2018 como en el 2019, pero la escalada en la tensión comercial puede desbaratar esas previsiones.

El FMI ha decidido mantener sus previsiones de crecimiento económico para España en el 2,8% para el 2018 y en el 2,2% para el 2019, pese a la ralentización de la actividad económica que espera en la zona euro. Los datos de la institución dirigida por Christine Lagarde apuntan a que ese crecimiento del 3,9% supone una notable mejora respecto del 3,7% de crecimiento mundial alcanzado en el 2017 y al 3,2% del 2016, con una expansión que parece haber alcanzado su punto máximo en algunas de las principales economías mundiales. Pero el crecimiento actual se muestra menos «sincronizado» que en años pasados. Las proyecciones de crecimiento han sido revisadas a la baja para Argentina, Brasil e India, por ejemplo, con crecimientos menores en todas las principales economías mundiales, con la excepción de España, EEUU, China y Canadá. Únicamente EEUU, con un crecimiento del 2,9% en el 2018 y del 2,7% en el 2019; España, con un crecimiento del 2,7% y del 2,2%, respectivamente; y Canadá, con una expansión del 2,1% este año y del 2% el siguiente, logran escapar de la rebaja generalizada de expectativas.

LA ZONA EURO / En el caso de la zona euro, el pronóstico de crecimiento del FMI ha sido revisado dos décimas a la baja este año, hasta el 2,2%, mientras que para el 2019 la institución internacional ha recortado una décima su previsión, hasta el 1,9%. Según el informe del FMI, la actividad económica en Alemania y Francia «se suavizó más de lo esperado en el primer trimestre» ya que la incertidumbre política en Italia ha provocado condiciones financieras «más restrictivas». Alemania reduce tres décimas el crecimiento en el 2018, hasta el 2,2%, aunque para el 2019 el FMI ha mejorado una décima su previsión, hasta el 2,1%. Francia crecerá este año el 1,8% y el 1,7% en el 2019, mientras Italia lo hará el 1,2% en el 2018, y el 1% en el 2019. El economista jefe del FMI, Maurice Obstfeld, reconoció que «la incertidumbre política ha aumentado en Europa» en los últimos meses y «se enfrenta a desafíos políticos fundamentales en relación con la política de migración, la gobernanza fiscal y la arquitectura institucional».

Fuera de la eurozona, el FMI ha recortado dos décimas su previsión de crecimiento para el Reino Unido, hasta el 1,4% en el 2018, mientras ha mantenido en el 1,5% su pronóstico para el 2019. Asimismo, la institución, ha empeorado su estimación de crecimiento para Japón en el 2018, hasta el 1%, manteniendo sin cambios en el 0,9% la previsión del 2019.

Obstfeld destacó que las actuales fricciones comerciales entre EEUU y el resto de países son «la mayor amenaza a corto plazo para el crecimiento mundial».