Santander Holdings USA, la filial en Estados Unidos de Banco Santander, podrá repartir dividendos sin autorización previa de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, después de que el consejo del organismo que preside Janet Yellen haya dado por concluido un acuerdo que obligaba a la entidad a contar con el beneplácito de la Fed para efectuar repartos de capital.

La decisión se produce después de que Santander Holdings USA aprobase los test de estrés de la Reserva Federal (CCAR, según sus siglas en inglés) durante el pasado mes de junio. En estas pruebas de resistencia, la filial norteamericana del banco cántabro obtuvo una ratio CET1 en el escenario más estresado del 12,4%, frente al 4,5% exigido para superar el examen.

En el marco del CCAR, la Fed no puso objeciones al plan de repartos de capital previstos para 2017 que presentó Santander Holdings USA, por lo que el consejo de administración de la filial aprobó un dividendo de 5 millones de dólares (4,23 millones de euros) para Santander y una amortización del saldo restante del 7,908% de la compañía en valores fiduciarios preferentes, entre otros repartos de capital.

"Hemos fortalecido mucho nuestro negocio en Estados Unidos en los últimos años y, aunque sabemos que queda trabajo por hacer, el anuncio de la Reserva Federal es una clara demostración del progreso que hemos logrado", ha comentado al respecto la presidenta de Santander, Ana Botín, quien ha resaltado la "importancia" del mercado estadounidense para el negocio de la entidad.

Por su parte, el consejero delegado de Santander Holdings USA, Scott Powell, ha explicado que la decisión de la Fed permite a la entidad avanzar hacia un "ciclo normal" de aprobaciones de repartos de capital, "el mismo que tienen la mayor parte de los grandes bancos en Estados Unidos".

Powell ha agregado que la noticia representa un "punto de inflexión", aunque ha incidido en que "queda trabajo por hacer" para abordar "por completo" los asuntos regulatorios en el país norteamericano.

En septiembre de 2014, la filial estadounidense de Santander y la Fed alcanzaron un acuerdo según el cual ni el banco ni sus filiales podrían distribuir dividendo alguno sin autorización previa de la institución presidida por Janet Yellen.