Cambio de retórica en la Reserva Federal de Estados Unidos. La política de "subidas graduales" de los tipos de interés, instaurada por Jerome Powell desde que asumió las riendas del banco central a principios del 2018, ha dejado paso a una política de actitud paciente ante futuras subidas del precio del dinero. Esa es la principal conclusión que se extrae de la reunión de enero del instituto emisor, que ha mantenido intactos los tipos de interés, situados en una horquilla que oscila entre el 2.25% y el 2.5%. En vista de los acontecimientos económicos y financieros globales y la inflación tenue, el comité será paciente a la hora de determinar nuevas subidas, asegura el comunicado de la FED.

El cambio de lenguaje llega tras los cuatro incrementos del 2018, que han servido para normalizar poco a poco la política monetaria tras las medidas extraordinarias adoptadas para reflotar la economía durante los años de la recuperación. La FED sostiene que el mercado laboral ha seguido reforzándose al tiempo que la actividad económica crecía a un ritmo sólido, pero esa lectura ha perdido parte del brillo de otras ocasiones. Como dijo hace unos días el Fondo Monetario Internacional los riesgos globales vuelven a cotizar al alza, un elemento que no ha escapado al análisis de la FED.

En su comparecencia ante los medios, Powell ha reconocido que en la decisión de mantener los tipos se ha tomado en cuenta las fluctuaciones recientes en los mercados, la ralentización del crecimiento global, el impacto de la guerra comercial u otros acontecimientos como el Brexit o el reciente cierre del Gobierno en EE UU, que según los cálculos oficiales le habría costado a su economía 11.000 millones de dólares. Vamos a utilizar nuestra política para compensar los riesgos, ha dicho el presidente de la FED.