El exconsejero delegado del grupo Fiat Chrysler, Sergio Marchionne falleció ayer a consecuencia de una embolia cerebral sufrida tras una intervención quirúrgica a la que se sometió para extirpar un sarcoma en su espalda. Marchionne, de 66 años, padecía cáncer, y el pasado 28 de junio fue operado en el Hospital Universitario de Zurich donde murió.

Marchionne permanecía en coma irreversible desde el pasado viernes y los médicos anunciaron que ya no respondía a ningún tratamiento. Su esposa Manuela Battezatto y sus dos hijos, Alessio Giacomo y Jonathan Tyler estuvieron a su lado acompañándole hasta el último momento.

El pasado sábado saltó la noticia de la grave enfermedad de Marchionne y el consejo de dirección del grupo convocó una reunión de urgencia y nombró a Mike Manley (exconsejero delegado de Jeep) como máximo responsable del grupo FCA.

John Elkann, presidente del grupo, valoró la figura de Marchionne y aseguró que lo que realmente importa «es el tipo de cultura que un líder deja a los que vienen después de él».

En el 2004, Marchionne se convirtió en consejero delegado de Fiat, que atravesaba serias dificultades financieras. Al año siguiente ya logró ganancias tras aliarse con GM, recortar plantilla, lanzar nuevos modelos y agilizar procesos. Tras la crisis se hizo en con una parte en Chrysler, que estaba en quiebra. Marchionne lideró la fusión entre ambas. Desde hace cuatro años también presidía Ferrari.