Faes Farma ha anunciado este viernes que invertirá unos 150 millones de euros hasta el 2024 en una nueva planta de producción farmacéutica en el País Vasco con el fin de triplicar su capacidad industrial, según ha informado este viernes el grupo farmacéutico a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Se estima que, cuando la planta esté a pleno rendimiento, las instalaciones precisarán de un incremento de plantilla de unos 200 trabajadores.

La nueva planta, cuya ejecución se llevará a cabo entre 2021 y 2024, se ubicará en el Parque Tecnológico de Derio (Vizcaya), gestionado por el Gobierno vasco. La planta, que se sumará a la ya existente en Leioa (Vizcaya), se sitúa en un terreno de más de 50.000 metros cuadrados en el que ocupará una huella de 27.000 metros cuadrados, dispondrá de unos 60.000 metros cuadrados construidos y tendrá potencial para fabricar más de 100 millones de unidades de medicamentos.

"Este mayor músculo industrial permitirá al Grupo Faes Farma cumplir con su plan estratégico de expansión orgánica incrementando las ventas de medicamentos, tanto en el territorio nacional como, especialmente, en mercados internacionales", ha subrayado la firma. La compañía ha explicado que esta ubicación se encuentra cercana a las actuales instalaciones en Leioa y ha sido seleccionada entre otras posibles ubicaciones tras descartar, debido a limitaciones físicas, la posibilidad de expansión en la planta actual que, no obstante, el grupo seguirá manteniendo.

Esta inversión de 150 millones de euros se ejecutará en el cuatrienio 2021 2024, y será financiada con recursos propios y financiación externa. Faes Farma alcanzó un beneficio consolidado de 63,9 millones de euros, un 20,7% más que en 2019, en el último ejercicio fiscal finalizado el pasado 30 de septiembre. La cifra de negocio creció un 8,6% alcanzando los 290,9 millones. El incremento se debió principalmente a la incorporación al perímetro de las ventas (15 millones de euros) procedentes del Grupo BCN Medical. El ebitda alcanzó los 91,7 millones de euros, un 25,3% más, y el ebit superó los 76,7 millones tras incrementarse un 22,4%. Sobresalió el desarrollo de la partida del balance 'otros Ingresos de explotación', al superar los 25,1 millones de euros (+26,6%), una partida donde se registran otros ingresos relacionados principalmente con las licencias, destacando en especial bilastina.

Con un crecimiento medio en los últimos cinco años (20162020) de un 13% anual en número de ejemplares producidos y vendidos, desde los 18 millones de unidades fabricadas en el 2015 hasta los 34 millones producidas en el 2020, la capacidad del grupo se encuentran en situación límite para poder afrontar la demanda prevista hasta el arranque de la nueva planta en el 2024, fecha en la que Faes Farma estima superar los 50 millones de unidades.

Con esta inversión, el grupo aspira a ejecutar su plan estratégico, en el que tiene un elevado protagonismo la producción de bilastina. La intención es que sean los mercados internacionales los que cimenten el crecimiento en los próximos años, especialmente en los mercados de América Latina donde la firma se encuentra presente, así como en la comercialización indirecta, vía licencias a multitud de países, de varios productos fabricados en Faes Farma.

Apuesta estratégica

Una de las más decididas apuestas de la compañía en estos últimos años se verá reforzada, especialmente en las tres principales franquicias del grupo (alergia, derivados de vitamina D, digestivo). Al reforzar su músculo industrial, el Grupo Faes Farma se dota de la capacidad para crecer orgánicamente los próximos años y abrirse a nuevas formas farmacéuticas aún no trabajadas por Faes Farma, que debería elevar los ingresos de manera relevante y con mayor eficiencia de costes, derivados de los ahorros por la integración de producciones actualmente subcontratadas a terceros. En el sector farmacéutico se esta registrando un incremento de las exigencias por parte de los países, tanto en los criterios de calidad como en la regulación de los procesos productivos, en términos de eficiencia y sostenibilidad, el uso de energías renovables y la recuperación de residuos. Las nuevas instalaciones permitirán el cumplimiento de todos esos objetivos. Las nuevas instalaciones deberían alinearse con la denominada industria farmacéutica 4.0, con el fin de ganar eficiencia, calidad y seguridad (trazabilidad) en el proceso productivo, asegurando el encaje con los estándares más exigentes a todos los niveles.