El pago de pensiones contributivas por parte de la Seguridad Social se elevará este mes de febrero hasta la cifra récord de 9.563,1 millones de euros. Esta dotación presupuestaria para prestaciones supone el 7,1% más que en el mismo mes del 2018, según datos publicados ayer por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social.

La cifra alcanzada es consecuencia del incremento natural del número de pensionistas, así como de la revalorización general de la paga del 1,6%, que ha alcanzado el 3% en el caso de las pensiones mínimas y las no contributivas, y del alza del 56 % al 60 % de la base reguladora de la pensión de viudedad para personas con 65 o más años sin otros ingresos.

El gasto en pensiones de febrero no incluye la paguilla de unos 13 euros de media que han recibido este mes más de nueve millones de pensiones, con un gasto total de 123,4 millones de euros, con las que el Gobierno ha compensado la décima de desviación del IPC que se registró el pasado año (1,7 %) por encima del 1,6 % que subieron estas prestaciones.

Esta tasa de crecimiento supera el 8% interanual fijada en la antesala de la crisis (2008). Desde entonces, el gasto en pensiones crecía solo el 3% al año. De la partida de recursos destinada en febrero a pensiones, 6.805,2 millones fueron para pensiones de jubilación, el 7,2% más que el último febrero, seguidas de las pensiones de viudedad, a las que se dedicaron 1.672,2 millones, el 8,8% más.

La pensión media de jubilación se situó al inicio del presente mes en 1.131,8 euros mensuales, el 5% más que en el mismo mes del 2018. La pensión media del sistema, que comprende las distintas clases de pensión -jubilación, incapacidad permanente, viudedad, orfandad y a favor de familiares- se situó en febrero en 985,16 euros mensuales, lo que supone un alza interanual del 5,67%.

La pensión media de viudedad ha registrado el mayor avance interanual en valores relativos, un incremento del 8,6%, hasta los 708,26 euros mensuales, tras la subida de la base reguladora. La de incapacidad permanente alcanzó una cuantía media de 970,68 euros mensuales, con una subida interanual del 3,2%. Al pago de las pensiones de incapacidad permanente se destinaron 925,1 millones, el 3,8% más.