Tras unos veranos de múltiples incidencias por diversos factores, Vueling afronta la campaña más importante del año con optimismo. El presidente de la aerolínea, Javier Sánchez-Prieto, asegura que, aunque se espera que continúe la congestión del espacio aéreo europeo, la low cost ha hecho los deberes invirtiendo 30 millones de euros para minimizar el impacto en los usuarios.

-Estos días podrían haber sido algo caóticos si se hubiese producido el ‘brexit’. ¿Cómo se han preparado Vueling y el grupo IAG?

-El brexit se afronta a nivel de grupo IAG. Lo que tratamos de propiciar es que, si tiene que haber un brexit, este sea con acuerdo, que se protejan los derechos de los ciudadanos, ya que el transporte es vital para la vertebración de los territorios, el turismo, el empleo, la riqueza... Hay una posibilidad que se ha minimizado, que es la del brexit duro, y en este sentido las aerolíneas estamos desarrollando un plan de contingencia. Pero por suerte parece que ese escenario se aleja.

-También son días importantes en cuanto a nivel de operatividad.

-Llevamos desde septiembre planificando la temporada de verano, y la Semana Santa es un test importante. Después de lo sucedido en años pasados, hemos acometido un plan ambicioso de cambio y mejora para adaptarnos a las circunstancias de congestión del tráfico aéreo. El año pasado ya invertimos 25 millones para afrontar los problemas de tráfico aéreo, y acabamos con una puntualidad del 70%. Este año, el nivel de problemas causados por la congestión del tráfico aéreo va a continuar, pero las aerolíneas estamos trabajando mucho. Contamos con lograr el 75% de puntualidad.

-¿Qué pasará en verano?

-El problema en el control del tráfico aéreo (ATC) no ha cambiado, pero se están tomando medidas que espero y confío que ayuden a volver a los niveles estándar en el 2020 y el 2021. Mientras, solo podemos invertir, y este año invertiremos 30 millones, porque nosotros frente a los pasajeros tenemos que responder siempre, independientemente de si los problemas se originan dentro o fuera de casa. Creemos que va a ser un verano razonable, con una situación de base compleja pero con una mejor reacción de las compañías y de Vueling. Este verano va a ser mejor para los pasajeros y clientes de Vueling.

-¿Qué ha cambiado Vueling este año para que el verano sea mejor?

-Nuestra base es que la situación de congestión de tráfico aéreo va a ser la misma, y a partir de aquí hemos empezado a construir. Primero, hemos invertido en el diseño de la red: hemos ampliado los tiempos de escala, hemos reconocido que ahora se tarda más en llegar de A a B, no sumamos en los planes de vuelo aeropuertos que suelen ser complejos para no acumular retrasos... Después, hemos invertido en recursos: habrá hasta 10 aviones y 40 tripulaciones de reserva, es decir, lo que podría ser una aerolínea entera solo para incidencias. También tenemos más gente en los aeropuertos, en el handling, en el mantenimiento. Incluso tenemos un avión de mantenimiento que puede volar a cualquier punto de Europa con piezas de repuesto. Y después, hemos trabajado la parte digital, automatizando procesos y planificación, y la relación con el cliente, para proveer información certera y puntual.

-¿Vueling ha hecho algo mal?

-Eurocontrol envía a las aerolíneas un informe donde analiza el origen de los retrasos. El 20% de los minutos de retraso en el sector tienen asociados una causa interna de las aerolíneas; es decir, el 80% son por causas externas. No creo que las aerolíneas queramos echar balones fuera, pero hay circunstancias que nos afectan a todos: Ryanair, Easyjet, Eurowings, Vueling... Si estás en un avión de Vueling y está todo preparado pero el avión no se mueve, es que hay una restricción de tráfico aéreo que lamentablemente no podemos solventar. Es difícil de asumir, y me duele que los clientes lo tengan que sufrir, pues causa impotencia, porque no tiene solución.

-¿Cuánto han costado los retrasos de los últimos veranos?

-No lo hemos hecho público. A nivel de inversión, el año pasado sumamos unos 25 millones de euros, que se añaden a los 15 del 2017 y los 30 millones que invertiremos este año. Por suerte, Vueling sigue teniendo resultados robustos. Esta industria no va de tener aviones, sino de tener clientes. Lamentablemente, el nivel de servicio en nuestra industria ha pegado un bajón y estamos todos muy interesados en que eso se recupere.

-¿Qué resultados prevén para el presente ejercicio?

-No hacemos previsiones públicas. Lo que puedo decir es que los resultados del grupo IAG en el 2018 fueron muy buenos: fuimos capaces de conseguir 3.200 millones de Ebit y todas las empresas del grupo registraron buenísimos resultados [Vueling, unos 200 millones de euros]. Este año prevemos unos resultados en línea con los del año pasado. Tenemos capacidad de inversión, y Vueling sigue siendo capaz de crecer y de sostener el crecimiento de El Prat. El aeropuerto creció 2,9 millones en el 2018: Vueling representó 2,1 millones, y el conjunto del grupo IAG, 2,3 millones.

-¿Este crecimiento será replicable en los próximos años en un aeropuerto como el de Barcelona que se acerca al límite de capacidad?

-Tendremos años donde seguramente el crecimiento será un poco más moderado. Es relativamente urgente iniciar el debate sobre cómo se desarrollará la capacidad del aeropuerto en Barcelona, pues marcará el futuro de los próximos 20 años. En mi opinión, creo que es muy importante garantizar que el aeropuerto pueda seguir creciendo. ¿Cómo? Hay diferentes maneras: ¿una mejor utilización de las pistas, que están diseñadas de una manera y se utilizan de otra?, ¿extendiéndolas?, ¿construyendo otra pista en el mar o en otro sitio?, ¿usando Gerona?

-Level ha iniciado operaciones en el corto y medio radio. ¿Por qué no ha asumido Vueling esa operativa?

-Es importante decir que los planes de negocio de Vueling permanecen intactos. IAG ha apostado por probar el modelo del low cost en el norte de Europa. El crecimiento de las aerolíneas tiene que estar conjugado con las capacidades y el tamaño. No es lo mismo meter ocho aviones en una compañía que 25, sería un riesgo. Vueling tiene capacidad para crecer el 10%-12% anualmente, y es difícil pensar que podemos crecer directamente el 25%. De ahí que el grupo apostase por otro vehículo. Además, al ser mercados menos latinos, la marca Vueling es más difícil de pronunciar.