El emprendimiento, la fuerza que impulsa la creación de empresas (start-ups) en España tiene una trayectoria relativamente corta. Quizá por esa razón, el auge que se ha producido en los ecosistemas --así se conocen esos entornos en el ámbito de la inversión-- de Barcelona y Madrid, principalmente, pero también en Valencia y Málaga, representan un paso importante, aunque insuficiente si se compara con la media europea.

Y Europa es un desastre por lo que se refiere a emprendeduría, según reconocen los expertos, además de estar a mucha distancia de los grandes ecosistemas emprendedores desarrollados en EEUU, China, Israel y Suecia. Estos países tienen un papel destacado en la creación de grandes empresas tecnológicas, nacidas a partir de entornos start-ups.

Un estudio de Arcano Economic Reseach, titulado España: ¿nación emprendedora?, pone de manifiesto las debilidades del emprendimiento de España, así como el espacio recorrido en los últimos años. A partir de una comparación simple: cuántos unicornios -start-ups tecnológicas que ya reciben una valoración superior a los 1.000 millones de dólares-, dan muestra de la trayectorias de emprendimiento desarrollada. EEUU tiene 172 de estas empresas; China, 91; Corea, ocho; pero Alemania, país líder europeo solo tiene ocho y España cuenta con una, Cabify.

«Si comparamos España con Suecia, vemos que hay diferencias claras en el empleo: el sueldo de un sueco por hora trabajada es casi el doble de un español», explica Ignacio de la Torre, socio de Arcano, que ha dirigido el estudio. «Si eres muy productivo por hora trabajada, te puedes permitir un sueldo mejor y trabajar menos horas. Y esa productividad está muy ligada al emprendimiento y la innovación», agrega. El nexo directo entre productividad, innovación y bienestar es evidente y esa relación está en el fondo de los elementos de éxito de los ecosistemas emprendedores, que se definen por factores comunes.

El primero es la financiación. «Aquí puedes encontrar financiación para un proyecto pequeño, pero si quieres montar un Google no encuentras financiación», explica De la Torre. La industria que aporta ese dinero es la del capital riesgo. En España los niveles de inversión per capita son una tercera parte que en EEUU.

La proximidad al conocimiento es otro factor. Tener capacidad para desarrollar un ecosistema de emprendimiento que esté muy cerca de las universidades, y relación con el conocimiento militar, es un factor a considerar. El GPS es un invento militar. «Que tengas una cultura de emprendimiento que se adapta desde la infancia y entienda que fracasar es parte del camino», apunta De la Torre, es un tercer elemento a considerar en un entorno favorable.

Lo anterior debe traducirse en creación de patentes. Y en patentes por millón de inversión estamos muy por debajo de Europa. Otros dos aspectos coinciden en los entornos emprendedores que mayor éxito tienen y se echan en falta en España: el acceso al mercado debe ser fácil y a medida que la burocracia se extiende en un país «es más difícil que un start-up aparezca y se desarrolle», expone el estudio de Arcano.