La luz y el gas en España son caros y cada vez más, palabra de Eurostat. El termómetro estadístico de la Unión Europea sitúa a España como el quinto país con la luz residencial más cara, por detrás de Dinamarca, Alemania, Bélgica e Irlanda, mientras que en el caso del gas España ocupa la cuarta posición, después de Suecia, Dinamarca e Italia. Según un estudio publicado este martes por la Comisión Europea, después de que en 2017 el precio de la electricidad en los hogares europeos descendiese por primera vez desde hacía nueve años, en 2018 volvió a subir de media un 3,5%, hasta situarse en los 21,1 euros por cada 100 kWh.

El precio promedio de electricidad en los hogares de la Unión Europea fue solo 0,1 euros por 100 kWh más alto que en la segunda mitad de 2015, el pico anterior en los últimos diez años. En el caso los precios del gas en el hogar, estos aumentaron en promedio un 5,7% entre el segundo semestre de 2017 y 2018 hasta situarse en 7,7 euros por 100 kWh (0,5 euros por 100 kWh más bajo que en la segunda mitad de 2014, el pico de los precios del gas en el últimos diez años).

El mayor incremento en los precios de la electricidad se produjo en Chipre y España, con una subida del 13,8% y del 19,6%, respectivamente, respecto al mismo periodo de 2017. En el caso español, la segunda mitad del año 2018 se caracterizó por un aumento de los precios de la luz que comenzó en el mes de mayo y se templó a partir de octubre, después de que el Gobierno llevase a cabo algunas medidas para frenar el aumento de precios, debido al alza de los derechos de emisión de CO2 que afectan directamente al precio del gas y del carbón en el mercado mayorista de la electricidad, más conocido como 'pool'.

Los hogares españoles pagaron una media de 24,8 euros por cada 100 kWh de luz. Si se comparan los precios a paridad de poder adquisitivo resulta que España (27,4) asciende hasta la tercera posición de países con la luz más cara, después de Portugal (28,3) y Alemania (28). Sobre los impuestos, la media comunitaria se sitúa en el 37% y en España el impuesto es del 21%, según Eurostat.

Los mayores incrementos en el precio del gas se produjeron en Irlanda (17,3%), Bulgaria (16,5%), Suecia (16,4%) y Rumania 16,3%). En España el precio aumentó en la segunda mitad de 2018 un 1,2% respecto al año anterior, una de las subidas más bajas. No obstante, el precio del gas para los hogares se situó en 8,8 euros, mientras que la media de la UE estuvo en 6,7 euros. Si se comparan los precios a paridad de poder adquisitivo, los hogares españoles fueron los segundos (9,7) que más pagaron por el suministro gasista de toda la Unión Europea después de Suecia (10,1).