Los cuatro ministros de Hacienda de España, Francia, Italia y Reino Unido, han enviado una carta conjunta al secretario del Tesoro de EEUU, Steve Mnuchin, con el fin de convencer a Estados Unidos para que vuelva la negociación de una fiscalidad digital en el marco de la organización de países desarrollados OCDE.

Tras el portazo dado por la semana pasada a la negociación de una 'tasa Google' por parte del presidente de EEUU, Donald Trump, y su renovada amenaza de aranceles contra los países que sigan adelante con esta fiscalidad, los titulares de Hacienda de los cuatro países concernidos han firmado una carta conjunta pidiendo a Mnuchin que vuelva a la mesa de diálogo y poniendo encima de ella la posibilidad de una aplicación "por fases" de la nueva tributación.

La misiva está firmada por la ministra española María Jesús Montero y por sus homólogos francés, Bruno Le Maire; italiano, Roberto Gualtieri y británico, Rishi Sunak y está fechada en París el 17 de junio.

En ella se alude al compromiso trasladado por el G-20 y el G-7 (con el apoyo de EEUU) a la OCDE hace siete años para avanzar en un diseño de una nueva fiscalida digital. También se hace referencia al compromiso más reciente de enero pasado, suscrito por 137 países, entre ellos EEUU, con el mandato a la OCDE para tener listo el nuevo diseño a finales del 2020 sobre la base, no ya de una fiscalidad sobre gigantes tecnológicos como Google, Amazon, Facebook o Apple (los 'Gafa', por sus iniciales), sino sobre premisa de una nueva fiscalidad para cualquier multinacional con ventas digitales a otros países.

SERVICIOS DIGITALES

Es este enfoque más amplio el que podría haber acabado espantando a EEUU de la negociación y es por eso que en sus misiva, los ministros europeos invitan a Mnuchin a volver a la negociación sobre la base de una implantación "por fases" de la nueva fiscalidad, empezando por "los servicios digitales". "Creemos que un enfoque por fases, inicialmente centrado sobre los servicios digitales automatizados, podría facilitar de forma considerable la tarea de lograr una solución sobre un consenso básico y formalizar un acuerdo político anes de que acabe el año", se afirma en el escrito. También se añade que un primer paso en esa dirección, "podría abrir el camino para debatir con EEUU posibles soluciones transitorias, especialmente en lo relativo a las ya existentes o póximas tasas nacionales sobre servicios digitales".

Se da la circunstancia de que, precisamente, las iniciativas legislativas para implantar una 'tasa Google' en los cuatro países firmantes se centran, exclusivamente, en los servicios digitales. En España, por ejemplo, el proyecto de ley que ya ha recibido este mes de junio el primer aval del Congreso de los Diputados, establece una tasa del 3% a los ingresos generados por servicios de publicidad dirigida en línea, servicios de intermediación 'on line' y la venta de datos obtenidos a partir de información proporcionada por el usuario. El tributo afectará a empresas con ingresos anuales mundiales de al menos 750 millones de euros e ingresos en España superiores a 3 millones.

ESPAÑA SIGUE ADELANTE

Es por esto por lo que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, negó este viernes que la carta suponga un cambio de idea en el Gobierno sobre sus planes iniciales. España sigue "comprometida" con esta fiscalidad digital, "imprescindible" para acelerar la recuperación en un momento de caída de ingresos, dijo Montero en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. La ministra también reiteró el compromiso de adaptar el impuesto español a cualquier futuro consenso que se adopte en el seno de la OCDE sobre esta materia.

"La contundencia de la respuesta de estos cuatro países (firmantes de la carta) es expresiva de que España pretende seguir adelante con la tramitación en curso", dijo la ministra. "En este periodo (de confinamiento), si ha habido un sector que ha tenido las mejores oportunidades ha sido el de la tecnología", añadió Montero.