El objetivo del Gobierno es duplicar el peso de las energías renovables en el consumo energético desde el actual 17,5% hasta el 35% en el año 2030, y para ello se prevé la instalación en España de unos 50.000 megavatios (MW) de energías renovables durante la próxima década, unos 5.000 megavatios por año. Unas cifras ambiciosas que, adelantos electorales aparte, se sitúan lejos del récord que se avecina: antes del 2020 deberían instalarse más de 8.000 megavatios renovables.

En concreto, quedan por instalar alrededor de 3.900 megavatios fotovoltaicos de la última subasta y 4.607 eólicos fruto de las tres subastas de los años 2016 y 2017, a los que hay que sumar cerca de 500 del cupo canario. El presidente de la Fundación Renovables, Fernando Ferrando, sostiene que en tiempo y forma es «materialmente imposible llegar al 2020 con todos los megavatios necesarios». No obstante, eso no implica que no se vayan a ejecutar, dice. «Se hará, pero se hará más tarde» y achaca el problema a «la peor subasta del mundo [la última]». «No se exigió solvencia ni madurez en los proyectos. ¿Cómo vamos a llegar si el 60% era para vender el proyecto a fondos de inversión?», agrega.

EMPRESA TITÁNICA / En España hay 48.601 megavatios de potencia renovable instalada, de los que 23.503 son eólicos y 4.708 son de solar fotovoltaica, según los datos de Red Eléctrica de España (REE). Y, después de un año 2018 en el que solo se conectaron 26 megavatios fotovoltaicos a la red de suelo -en autoconsumo fueron 235,7-, se pretende duplicar el número en un año. «¿Se van a conectar todos los megavatios? No lo sabemos. Nadie nos ha dicho que su proyecto no llega, creemos que sí, pero no lo podemos asegurar porque puede haber problemas de tramitación administrativa en algún proyecto», asegura José Donoso, expresidente de la Asociación Empresarial Eólica (AEE).

Un poco más complicado lo tiene la eólica que, después de un tímido 2018 con 392 megavatios, tiene que instalar 4.600 megavatios este año. Si bien todavía le faltan la mitad de las tramitaciones administrativas, se ha resuelto el problema del transporte y del montaje de los inmensos molinos, según explica la AEE.

Las palas de los molinos miden unos 50 metros por lo que se necesitan convoyes especiales acompañados de una pareja de la Guardia Civil para su transporte. Temiendo que se avecinaban cerca de 5.000 traslados en solo un año, la Dirección General de Tráfico (DGT) permite desde octubre a estos transportes llevar seguridad privada previa autorización y solo en tramos complejos es necesaria la pareja oficial, lo cual dinamiza un transporte ya de por sí lento.

Solucionado el aspecto logístico, quedaría la disponibilidad de grúas para el montaje de aerogeneradores, aunque la mayoría de los fabricantes ya han encarado este problema. «Hoy por hoy, no tenemos ninguna queja, evidencia o información que nos diga que vaya a haber problemas a corto plazo», asegura Juan Virgilio Márquez, director general de la AEE.

A LA ESPERA DE PARQUES EÓLICOS / Cataluña fue la primera comunidad en instalar un aerogenerador (1984) y, sin embargo, lleva más de cinco años de sequía renovable (sin contar autoconsumo), solo interrumpidos por la instalación de un molino de 2,35 megavatios el año pasado por una cooperativa. En el año 2019 está prevista la construcción de tres parques eólicos de 30 megavatios de Naturgy en la Terra Alta (Tarragona) que llevan esperando para su instalación desde el 2011.

Pero hay varias localidades por toda España que están a la espera de nuevos parques eólicos en Navarra, Cádiz, Málaga, y Valladolid.