Este viernes ha entrado en vigor el que será el mayor tratado comercial bilateral negociado por la Unión Europea, el tratado de libre comercio Japón-UE, un pacto que supone acabar de forma transitoria en un plazo de 15 años con la amplia mayoría de aranceles entre ambas potencias y que permitirá ahorrar a los exportadores europeos alrededor de 1.000 millones de euros en aduanas. En el caso de España supone una "gran oportunidad" para reforzar e impulsar las relaciones comerciales y de inversión con el segundo mercado más importante de Asia después de China.

"Para España entraña un significado especial por su menor presencia en el mercado japonés respecto a otros socios europeos y el gran potencial de muchos sectores de la economía española donde las empresas destacan por el alto nivel tecnológico y la calidad de sus productos y servicios es una oportunidad", señaló el director general de CEOE Internacional, Narciso Casado, durante la celebración de un seminario organizado por la oficina comercial española en Madrid sobre los retos y oportunidades de negocio en Japón.

En los últimos nueve años las exportaciones españolas a Japón se ha duplicado pasando de los 1.200 millones de euros en 2009 a 2.400 en 2017 (el último año del que se tienen datos), según informó la consejera delegada de ICEX España Exportaciones e Inversiones, María Peña. Además, el número de empresas exportadoras de mercancía fue de casi 9.000 en 2017, un 22% más que el año anterior. Y en el ámbito de la inversión, Japón es el décimo tercer socio mayor inversor de España en términos de stock con una inversión acumulada de casi 6.000 millones y la presencia de más de 300 empresas.

EL VINO SERÁ EL PRIMER BENFICIADO

La consejera económica y comercial de España en Japón, Coriseo González-Izquierdo, calificó este acuerdo como "el más ambicioso que se ha firmado nunca en el sector agroalimentario" pero también en productos de cuero, servicios financieros, transporte y productos industriales. "No existe ningún sector que se vaya a ver perjudicado por este acuerdo", añadió la consejera del ICEX a través de una videoconferencia desde Japón.

El primer beneficiado será el vino que, como las bebidas alcohólicas, pasarán de tener un 15% de aranceles a tener cero desde este viernes, algo que "ya se está empezando a notar en el mercado", según González-Izquierdo, pues "ya ha habido distribuidores y productores que han anunciado una disminución de los precios del 15% a partir del mes de marzo". Además, el acuerdo protegerá 204 indicaciones geográficas europeas, de las que 42 son españolas, principalmente en vino y aceite de oliva, pero también otras como el Azafrán de La Mancha, el Queso Manchego o el Turrón de Alicante.

También las pymes se verán beneficiadas a través de mecanismos de información para que los trámites que necesiten llevar a cabo las empresas españolas que quieran exportar productos a Japón sean más "accesibles y comprensibles". Y, según apuntó el director general de ICEX España Exportación e Imporación, Alberto Cerdán, la contratación pública también. "Se permitirá a las empresas españolas acceder a licitaciones japonesas donde se incluyen entidades de carácter estatal pero también a través de filiales que abrirán sus licitaciones a empresas europeas", agregó.

BARRERAS NO ARANCELARIAS

Además de la desaparición de las barreras arancelarias, los expertos también pusieron el foco en las barreras no arancelarias "que son más complejas" y suponen mayores obstáculos para las empresas españolas. Según el subdirector de Política Comercial con Europa y Productos Industriales, Álvaro Rodríguez, para el sector español la adaptación a la regulación americana en muchos casos es equivalente a un arancel del 18%. "Esto es un ejemplo de la importancia. Las barreras no arancelarias se han suavizado con importantes equivalencias internacionales en estándares como automoción o electrónica", agregó Rodríguez, quien señaló que las más difíciles son las de agroalimentarias que aun así se situarán ahora en un entorno "más predecible y transparente".