Acabar los estudios universitarios. Acumular experiencia profesional en un sector. Con el paso de los años y el desempeño laboral, detectar un nicho de mercado. Y, finalmente, decidir lanzar una empresa propia para explotar esta oportunidad de negocio. Esta es, a grandes trazos, la trayectoria clásica de un emprendedor digital. Sin embargo, hay excepciones: algunas personas deciden saltarse estos pasos intermedios al fundar su start-up. Durante el 4 Years From Now (4YFN), la feria de empresas emergentes que se ha celebrado paralelamente al Mobile World Congress esta semana, se han podido ver diversos proyectos liderados por jóvenes que apenas superan la veintena y que han acudido a la feria en busca de financiación, clientes, proveedores y, en definitiva, para hacer crecer su negocio.

«Queremos facilitar el acceso a la nutrición personalizada a tantas personas como sea posible. A través de nuestra app ofrecemos planes nutricionales de acompañamiento», explica Pepe Nuñez, fundador y director general de goPure. Nuñez creó su start-up a principios del 2018, con tan solo 22 años, tras finalizar un grado en gestión y dirección de empresas en Esade y un breve paso en Antai, el venture builder creado por Miguel Vicente y Gerard Olivé. Fue durante los siete meses que pasó en la fábrica de negocios digitales cuando detectó que una plataforma como goPure podía tener futuro. Actualmente la compañía está establecida en la incubadora de empresas de Barcelona Activa, tiene siete trabajadores y prevé acabar el año con 50.000 usuarios activos utilizando su app móvil.

Núñez afirma que a la hora de conseguir financiación -un tema complejo ya de por sí para cualquier start-up- ser tan joven es un hándicap, ya que los inversores no pueden valorar tu trayectoria profesional previa. Sin embargo, añade que los casos de éxito lanzados recientemente por emprendedores cuando prácticamente eran adolescentes han ayudado a rebajar los recelos del capital riesgo.

Algunos de los ejemplos más paradigmáticos son los de Bioo, que fue fundada por tres estudiantes de La Salle, la UAB y la UPF cuando apenas tenían 20 años y ahora supera la veintena de empleados, y Verse, que levantó una ronda de financiación de 18,5 millones de euros aun estando liderada por tres jóvenes, el mayor de los cuales tenía 24 años.

«Para nuestro proyecto ha sido básico el apoyo externo, en la mayoría de los casos desinteresado, que hemos recibido. Acció y el Instituto Europeo de Salud nos han ayudado mucho en todos los sentidos y también poder contar con el consejo de Montse Barceló y Xavier Verdaguer», destaca Nuria Pastor, fundadora y primera directiva de Humanit Care.

Tecnología de salud

La start-up liderada por Pastor, que inició este proyecto con 23 años y es graduada en psicología, ha desarrollado una tecnología que permite hacer un seguimiento remoto de la salud de participantes en estudios clínicos y pacientes. Núñez, por su parte, destaca que para tirar hacia delante goPure ha contado con el asesoramiento de Ferran Jover, de Carnovo, y la asociación de empresarios Netmentora.

Otro proyecto presente en el 4YFN celebrado esta semana en Barcelona y en el que una mujer joven es pieza clave es RheoDx. Samantha López, que actualmente tiene 24 años, participó el año pasado en la creación de esta start-up que ha diseñado un dispositivo capaz de realizar análisis de sangre con tan solo una gota de este fluido. RheoDx nació a raíz del The Collider, un programa de la Mobile World Capital, y actualmente López dirige la compañía junto con Oliver Balcells.